Deber y honor de salvaguardar la Fiesta

Sábado 26 Julio 2014. Plaza de toros de Inca. Corrida de toros. Seis toros de D. Juan Albarrán justos de presentación, flojos pero de buen juego excepto el tercero.
Víctor Puerto, grana y oro (oreja y dos orejas). Salvador Cortés, nazareno y oro (ovación con saludo y oreja). Jesús Lopez, blanco y plata, que tomaba la alternativa (oreja y oreja).
Más de media plaza. Mucho público joven en los tendidos.

Víctor Puerto
Salvador Cortés
Jesús López

En los toros, como todo en la vida, la dignidad y el deber deben estar ligados al honor de salvaguardar todo aquello en lo que uno está implicado. La corrida de toros no es caso de excepción. Ayer la plaza de toros de Inca fue testigo de ello.
Víctor Puerto salvaguardó su categoría de director de lidia. Anduvo animoso y predispuesto en sus dos oponentes. Serio, en torero, sabiendo estar en la plaza y respetuoso en todo momento. Oreja con petición de la segunda tras estocada tendida en su primero. En el cuarto estuvo bien, muy bien. Faena de más a menos. Buenas y largas series por ambas manos. Estocada casi entera que le valieron dos justas orejas en el amplio significado de la palabra.
Salvador Cortés pechó con el peor toro de la tarde, el tercero. Un cinqueño que desarrolló sentido desde los primeros tercios de la lidia. Estocada que hizo guardia y estocada. Saludos desde el tercio.
En el quinto salvaguardó su categoría como matador y su amor propio como tal para no dejar ganarse la partida por sus compañeros de cartel. Faena discreta pero con ahínco que tras una estocada le valió una oreja.
Si meritorio es que Mallorca cuente actualmente con una cantera de jóvenes toreros (tanto novilleros como banderilleros) no menos lo es que, en los tiempos que corren, un mallorquín tome la alternativa. Jesús López Léón así lo ha hecho. Y lo ha hecho honradamente, dignamente y exitosamente con la dificultad que conlleva enfrentar un evento de tal magnitud para su currículum ante las escasas oportunidades y complicaciones para sumar funciones.
Estuvo bien en sus dos oponentes. Sereno, responsable, con ganas de agradar. Su primera faena fue larga, quizás muy larga. Quizás, por ponerle algún pero a su actuación, diríamos que debiera ajustarse más con sus enemigos. Quedó patente la buena técnica que posee. Estocada tendidilla en el del doctorado que le valió una merecidísima oreja. En el que cerraba plaza tardó algo más en acoplarse que en su primero. Cortó una oreja, pero de no haber fallado con los aceros el triunfo hubiera sido mayor. Puede y debe, el toricantano, estar orgulloso de su actuación. Ahora le corresponde a él, también, salvaguardar su categoría. Desde aquí nuestra más sincera enhorabuena.
En definitiva, lo acontecido ayer se podría denominar un digno espectáculo taurino. Por esto debemos luchar.
Hasta el Presidente del festejo Jaume Servera, salvaguardó y veló por la integridad de una corrida de toros por muy plaza de tercera que se tratara.
Siempre queda algún hilo que enhebrar para que todo sea un conjunto de parabienes y siempre quedará alguien que lo de salvaguardar algo que le implique se lo pase por el mismísimo forro de la desvergüenza, siempre. Pero siempre quedará alguien que se sentirá en la obligación, el deber y el honor de salvaguardar esta nuestra Fiesta y velar por su seriedad y su integridad, siempre. Más que nada por el bien de ella. El de la Fiesta.

Fotos: Miguel Gomis

Los aficionados Gonzalo Fernández y Nacho Rodríguez

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