La crítica situación balear en Tendido Cero

El próximo viernes 30 de octubre se debatirá en el pleno del Ajuntament de Palma de Mallorca la propuesta por parte de PSIB y MES de que Palma sea declarada ciudad antitaurina. Los grupos de la oposición han presentado esta iniciativa en nombre de Anima Naturalis y CAS Internacional (Mallorca sense sang) para denunciar cualquier tipo de maltrato animal, y en especial las corridas de toros porque consideran que son una “involución social”.

Por otro lado, reclaman que se prohíba la Tauromaquia en todas sus formas, así como cualquier espectáculo que produzca sufrimiento a un animal. Además, consideran necesario abolir todas las ayudas públicas al sector de la Tauromaquia.

Una iniciativa que ya fue desechada por la mayoría del consistorio en febrero del pasado año.
Una propuesta que debiera haber sido rechazada si los políticos mallorquines (sin excepción de grupos e ideales) tuvieran en cuenta que la Tauromaquia se encuadra perfectamente en la definición de lo que es cultura popular: “Conjunto de hechos que forman parte de las manifestaciones y costumbres de un pueblo en un momento determinado, que se convierten en tradición y se transmiten inveteradamente”.

Por lo tanto, una propuesta que debiera haber sido rechazada también, si dichos políticos consideraran que la Tauromaquia forma parte del patrimonio cultural del pueblo español y que como tal, existe desde el 12 de noviembre de 2013  una ley nacional (18/2013, de 12 de noviembre) que la protege como parte de dicho patrimonio cultural, por lo que cualquier futura acción en su contra, colisionará con dicha ley, con la Constitución y de acuerdo a sus características, podría constituir un delito de expolio cultural. Por lo tanto, todos los políticos mallorquines, obvian así que las corridas de toros están protegidas por el derecho de las personas a la cultura contemplado en el artículo 2 de la Constitución, por lo que su prohibición sería inconstitucional.

Ya es lamentable que políticos de trece ayuntamientos de Mallorca hayan dedicado su tiempo, que es nuestro dinero, a “etiquetar” sus respectivas ciudades como antitaurinas. Santa Margalida, Lloseta, Porreres, Algaida, Capdepera, Santa Maria del Camí, Sencelles, Artà, Costitx, Esporles, Puigpunyent, Consell y Manacor conforman dicha lista. En unos, no existe tradición taurina alguna. En otros, no se celebran espectáculos taurinos desde hace casi tres décadas. Y en todos existe un decreto ley de 1992 por el que se prohíben en Balears la entrada de menores a los espectáculos taurinos y las plazas de toros portátiles.

Más nos valdría a todos que estudiaran la promoción turística de una Mallorca “muerta” durante los meses de octubre a mayo como una isla más allá del “sol y playa”, “balconing y mamading” con el fin de generar puestos de trabajo e ingresos en hoteles y comercios durante los meses de invierno.

Por todo lo anterior, el próximo sábado 25 de octubre el programa Tendido Cero denunciará tan crítica situación y emitirá un reportaje sobre la afición mallorquina.

Por cierto, que en Mallorca, isla cumbre de matances, una organización en defensa de los animales adquiera el nombre de “Mallorca sense sang” no deja de ser, cuando menos, paradójico.

Foto: Miguel Gomis

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