Alarcón nos acerca la figura de Manolete

El viernes 3 de noviembre dio comienzo el ciclo de conferencias de la Casa de Madrid en Barcelona con “Manolete, desde la frustración de no haberle visto torear“.

La conferencia, a cargo del periodista José María Alarcon y acompañado por el matador retirado Ángel Lería, se centró en la manera de interpretar el toreo del IV Califa y en las distintas hipótesis que intentan explicar su muerte.

Alarcón comentó que Manolete inventó una tauromaquia hecha a su medida a base de incumplir normas, como por ejemplo torear de perfil. Sin embargo, opinó que la suya era una tauromaquia eterna y que en el supuesto caso que toreara en la actualidad volvería a ser el número uno. La quietud y la verticalidad que caracterizaban a Manolete llevaron a la evidente comparación con José Tomás. El moderador de la conferencia, Fernando del Arco, acérrimo defensor del torero cordobés, fue claro y conciso respecto a quien era el mejor torero de los dos según él: “ahora hay muchas penicilinas que son más potentes que la de Fleming, pero el primero que la descubrió fue él”.

Si hacemos caso a la gente parece que a Manolete lo mató todo el mundo menos el toro, Islero solo pasaba por ahí” así introdujo Alarcón el tema de la tragedia ocurrida en Linares hace 70 años. El periodista puso sobre la mesa varias de las hipótesis que explican la muerte del torero. La primera de ellas fue que a Manolete lo mató el público por su dureza con él y por haberse ensañado bastante en los últimos tiempos. Otra idea era que fue culpa de Luis Miguel Dominguín por haber ejercido en Manolete una presión desmesurada. El siguiente corriente de pensamiento, quizá el más extendido, fue que a Manolete lo mataron los médicos por una controvertida asistencia médica e incluso hay quien asegura que los doctores no se atrevieron a cortarle la pierna al torero alegando que “nadie se imagina a Dios con una pierna menos”. Por último, comentó Alarcón, que algunas ideas afirman que Manolete se suicidó al poner su femoral en el cuerno de Islero, inmóvil, al entrar a matar al volapié. Según el conferenciante ninguna de ellas fue lo que ocurrió realmente y se inclina a pensar que podría haber sido por un mal estado del plasma de la transfusión de sangre que recibió el diestro de manera desesperada para salvarle la vida.

Por su parte, Lería mostró cierta envidia con la situación en esos tiempos cuando toreros consagrados como Dominguín rivalizaban cada tarde con matadores con escasos años de alternativa como Manolete. Por otro lado, hizo una reflexión sobre el público de esa época que ya quería echar del toreo a Manolete con tan solo 6 años de alternativa y aprovechó para criticar a los aficionados actuales, menos críticos y menos exigentes, que hasta llegan a comentar que toreros con 20 años de alternativa están pasando por su mejor momento en su carrera. “Si hubiese exigencia muchas figuras de ahora llevarían años en su casa“, sentenció Lería.

Antes de finalizar el acto, Lería preguntó a Alarcón por la muerte de su padre en la arena de la Monumental de Barcelona cuando toreaba a las órdenes del matador Luis Briones. “Mi padre era un banderillero modesto con una tremenda afición que trabajaba en un taller y toreaba cuando podía“. Afirmó que su padre no supo que toreaba la corrida hasta el día previo por la tarde y que su mujer, la madre de José María, tuvo que coser rápidamente la taleguilla del traje de luces que tenía un agujero por una cornada pequeña que había sufrido 15 días antes en Ceret. Explicó también que hasta 20 años después los aficionados cuando se entrenaban que él era hijo del banderillero Mariano Alarcón se le acercaban para comentarle como había sucedido la tragedia, ocurrida cuando José María tan solo tenía 2 años de edad.

Foto: Tendido 5

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