Pepe Gallardo, nacido en Barbate provincia de Cádiz en 1909, se doctoraba en la Monumental el 25 de septiembre de 1932, con Manuel Giménez “Chicuelo” como padrino de la ceremonia, que le cedió al toro Regatero de la vacada de Julián Fernández (antes Vicente Martínez) y en presencia de Vicente Barrera, con la actuación a caballo del rejoneador Lusitano Simao da Veiga. El mal juego de los toros de aquella tarde no se prestó al lucimiento de los toreros pero el recién doctorado pudo pasear el anillo en el toro de la cesión y recibir una cariñosa ovación por parte del público.

En Zaragoza nació en 1914 Florentino Ballesteros González, hijo del malogrado diestro del mismo nombre fallecido trágicamente en Madrid el 22 de abril de 1917, víctima de las astas del toro Coquinero de Benjumea. En 1933 y con 35 novilladas toreadas decide pasar al escalafón superior y lo hace en la Monumental de Barcelona el domingo 8 de octubre al cederle Vicente Barrera al toro Zagalo de la divisa de portuguesa de Albesdo Rio en presencia de Fernando Domínguez.