Como un grito en carne viva por la libertad

Jueves 06 de agosto 2015. Plaza de toros Coliseo Balear. Corrida de toros nocturna. 6 toros de Zalduendo aceptablemente presentados a excepción del cuarto que fue chico. Justos de fuerzas y carentes de transmisión. Morante de la Puebla (burdeos y oro) silencio y saludos. José Mª Manzanares (negro y azabache), oreja y saludos. Alejandro Talavante (azul y oro), oreja y oreja. Se cubrieron tres cuartas partes del aforo.

Estaba escrito. Estaba cantado. En cuanto se dejara de flagelar hasta la lamentación de un estado moribundo, año tras año, al aficionado que pasa por taquilla con ‘Rivera’s’, ‘Cordobeses’, Fandi’s, ‘Padilla’s’ y vuelta a empezar con más de lo mismo durante 7 hastías temporadas 7, la cosa iba a dar un giro bárbaro.

Si se tiene en cuenta que la gestión y la consiguiente promoción de la corrida del pasado jueves ha sido similar a la de anteriores ediciones, es decir, pésima, no cabe la menor duda de que el cartel compuesto para esta última función con Morante, Manzanares y Talavante anunciados, ha dejado en evidencia la nefasta gestión sazonada con altas dosis de desidia por parte de la empresa Funciones Taurinas al frente del Coliseo desde el 2008. Ay si se hicieran las cosas con un mínimo de cuidado y buenas intenciones…!!! Tres cuartos de aforo en una plaza que llena alcanza cerca de las 12000, ya los quisieran para sí muchas de las más importantes ferias taurinas e incluso cualquier artista pop de moda en sus conciertos. Tres cuartos de plaza que, tras el paseíllo y como un grito en carne viva por la libertad, estremecieron hasta los cimientos del Coliseo. Unos cimientos con una solidez a prueba de bombas que ya desearían tener muchas de las construcciones que se erigen en la actualidad.

Empresa, propietario y productores empresarios de eventos musicales, han comenzado ya a tomar medidas legales y se querellarán ante quienes días atrás pusieron en duda y denunciaron públicamente un falso precario estado del coso creando una innecesaria alarma social.

Centrados ya en el resultado de la corrida cabe destacar que, una vez más y van……. hubo toreros dispuestos a todo. Nada que achacarles. Pero carecieron de materia prima, la base de la Fiesta, su eje principal; el Toro, y van……. Los seis astados de Zalduendo que saltaron al ruedo estuvieron aceptablemente presentados a excepción del cuarto que fue chico, la verdad. Faltos de fuerza y carentes de transmisión todos que fueron de más a menos durante la lidia. Una lástima. Sin emoción en el ruedo el barco se hunde. De un puyacito los seis. Puro trámite el tercio de varas.

Y hubo Presidente. Un Presidente, D. Fernando Corchero, que si bien hacía su debut en el palco, mantuvo el nivel de exigencia de sus antecesores de los últimos años en el coso palmesano -plaza de segunda categoría- que no se nos olvide. Todavía, hoy viernes hay quien, pañuelo en mano continúa solicitando el segundo apéndice del primer oponente de Manzanares tras un bochornoso bajonazo y su consiguiente derrame.

Morante no tuvo su noche. Predispuesto, sí, pero los duendes sólo aparecieron en algún capotazo al primero, en el recibo capotero y en tres trincherazos con la zurda al cuarto, y pare usted de contar.

Manzanares es todo empaque, torería, parsimonia. Altamente ceremonioso. A su primero lo lanceó bien en el recibo. Con la muleta el astado protestaba y el alicantino logró encajar series ligadas aunque sin apreturas. Tiró de pico… y mucho. Daba igual. A Manzanares se le perdonan muchas cosas. Sin embargo, el Presidente -creemos que a buen criterio- no le perdonó el horroroso bajonazo ni el derrame que causó dicho sartenazo. Oreja  ‘i prou‘ debió pensar el Sr. Corchero. Ante el manso quinto no tuvo opción. Cantó su condición de manso ya con el capote. Ni una serie. Ni tres muletazos seguidos. Ni nada que reprochar ante la actitud tenaz y ganas de agradar por parte del diestro. Mató de estocada atravesada. Antes Curro Javier y Luís Blázquez recogerían, montera en mano, una fuerte ovación tras un completo y vistoso tercio de banderillas.

La noche fue de y para Alejandro Talavante que anduvo dispuesto en todo momento. Le faltó toro en el tercero al que inició la faena de muleta con estatuarios en el centro del ruedo. Faena de más a menos dadas las condiciones del animal. Un quiero pero no puedo. Estocada algo caída que dio lugar a una solicitadísima oreja. Tras un buen tercio con los rehiletes de Juan José Trujillo, obligado a desmonterarse, Talavante echaría ambas rodillas en tierra para recibir con la muleta al que cerraba plaza. Una primera serie que fue lo mejor de la tarde e hizo poner en pie -literalmente- a los tendidos. El toro, con buen tranco, iba largo aunque salía distraido al final de cada muletazo. Una seria faena mal rematada con los aceros. Estocada fea, pinchazo y estocada precedieron una oreja que el público en su totalidad demandó y que le descerrajó de par en par la puerta grande de Palma para salir en volandas custodiado por la afición balear que ondeaba pancartas y banderas de la tierra como un grito en carne viva por la libertad.

Palma es taurina digan lo que digan en un Parlamento brazo en alto a modo de voto en contra unos catetos ebrios de dictadura e impregnados de incultura en un afán de coartar la libertad y pasarse por el mismísimo forro de la desvergüenza nada más llegar al poder el artículo 2 de la Constitución.

Fotos: Miguel Gomis Zamora

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Cartel de lujo ayer en el Coliseo Balear
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Morante de la Puebla
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José Mª Manzanares
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Alejandro Talavante

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