El idilio de Manolete y la afición de Barcelona (II)

En la Real Maestranza de Sevilla, con toros de Clemente Tassara y con Manuel Jiménez “Chicuelo” como padrino y en presencia de Rafael Vega de los Reyes “Gitanillo de Triana”, Manolete recibe la alternativa el 1 de julio de 1939 y que confirmaría en Madrid el 12 de octubre de ese mismo año. 

La semana anterior a su confirmación (1 de octubre) se anuncia en la Monumental, una corrida de ocho toros, con reses de la divisa salmantina de Atanasio Fernández y con una terna formada por: el citado “Chicuelo” (su padrino) , Curro Caro, Juanito Belmonte y Manolete que se presentaba como matador de toros en Barcelona, donde curiosamente no había actuado de novillero. En sus dos oponentes dejó una gratísima tarjeta de visita entre el público que abarrotaba la plaza. Las crónicas destacaban enormemente su actuación. Una de ellas, la del recordado crítico Eduardo Palacio Valdés, describía de esta manera su actuación: 

Y llenó de arte la plaza.[….] Ocho toros, seis de don Atanasio Fernández y dos de Cobaleda, para Chicuelo, Curo Caro, Juanito Belmonte y Manolete, que hacía su presentación. El ganado fue chiquito en general [….] Manolete, hijo del famoso espada Manuel Rodríguez, Manolete, y de Angustias, la viuda de Lagartijo chico, que casó con aquél. En Sevilla, los buenos aficionados me ponderaron los méritos del joven artista [….] Manolete es un torero, un torero, un torero. ¿A quién se parece? No lo sé, ni me importa. Sólo diré que se parece al mejor, y aun que lo sobrepasa un tanto, sea el que sea ese mejor. [….] ¡Y qué arte tan fino, tan serio, tan verdad, tan suyo! [….] Torero sin trampa, sin teatro, lo que se buscaba en vano, lo que hacía falta a la fiesta […] ¡Surgió un torero! 

Con la capa veroniqueó con soltura sin igual, con las manos bajas, despacio, cargando la suerte, marcando él al toro el ritmo a que ha de ir. ¡Y con la muleta no digamos!. Solo y en los medios, sin retorcimientos, sin afectación, sencillamente, mandando siempre, sujetando a las reses, haciéndolas embestir a la velocidad que quería. Pases en redondo, molinetes, afarolados, y en su primero, cinco naturales y el de pecho, y en su segundo, dos naturales, y luego otra tanda de cuatro y el de pecho. Sobriedad, estilo, verdad, clasicismo, escuela cordobesa, arte puro y sublime [….] Con el acero se arranca en corto, entra derecho, cruza a la perfección y hiere en lo alto [….] En su primero cortó la oreja, dió dos vueltas al ruedo, salió a los medios [….] De la Monumental, que Manolete llenó el domingo de arte, salió entre ovaciones de apoteosis, que no fueron excesivas. La fiesta está de enhorabuena. 

De nuevo vuelve a actuar la semana siguiente junto a “Chicuelo”, Curro Caro y Juanito Belmonte con reses de Santa Coloma que proporcionaron un deslucido festejo. 

Al año siguiente concretamente el 7 de abril, es anunciado en Barcelona junto a Juanito Belmonte y Domingo Ortega con toros de Urquijo y después de una bellísima faena logra los máximos trofeos de su segundo toro. Regresaría a la Monumental el 28 del mismo mes junto a Chicuelo y Pepe Bienvenida 

La reseña de Palacio Valdés publicada el 30 de abril de 1940 nos traslada aquella tarde:

Una corrida más. [….] Los seis toros de don Joaquín Buendía estaban bien presentados, tenían limpias defensas. […] Embistieron sin codicia, pero sin precisar gran acoso. [….] Los toreros eran Chicuelo, Pepe Bienvenida y Manolete. [….] El diestro de Córdoba, Manolete, que en estos instantes se encuentra en ese difícil período de cristalización de gran figura, escuchó en su primer toro dos avisos, y por poco no pasa el susto de verlo volver vivo a los corrales; pero había instrumentado con la muleta una faena tan enorme, tan torera, tan artística, de tanto sabor, de tanto brío y tan completa, a lo largo de la cual ejecutó, en dos series de a cinco, diez naturales modelo de temple, mando y suavidad, que aunque desconcertado al descabellar, y escuchando por eso los dos avisos de referencia, oyó una gran ovación; y como se negase a dar la vuelta al anillo como deseaba el público, se vio obligado a salir por tres o cuatro veces  a los medios [….] Con el toro que cerró plaza se mostró el cordobés el gran torero de siempre, y tras una breve y decorosa faena clavó casi todo el estoque en lo alto, entregándose la res al puntillero, mientras el diestro era muy aplaudido. Deliberadamente no he hablado del maravilloso toreo de capa de Manolete [….] la soberana parsimonia que tiene manejando el percal y que sugiere tenazmente la oportunidad de un análisis detenido y minucioso. 

 

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