La lección del tendido 7

La plaza de toros de Madrid nos sirve de ejemplo de esa transformación perniciosa, iniciada en su día en la Monumental catalana, que va destruyendo las vigas de sustentación del espectáculo taurino, minimizando el trapío del toro y dando una imagen permanente de fraude y estafa en sus realidades más vivas y en sus esencias más fundamentales. El buen juego de algún toro suelto en la Feria isidril (en la impresentable corrida de Alcurrucén, «Hebrea» de Jandilla…), los incontestables triunfos de Antonio Ferrera, Alejandro Talavante, Ginés Marín y la sorpresiva seria actuación de El Juli no son argumentos suficientes para poder hablar del enderezo de una Feria que, según el productor Simón Casas, tenía que estar repleta de puertas grandes.

Forzoso es reconocer que la indignación del necesario «tendido 7» tiene plena justificación. Con sus enérgicas protestas y con su condenación rotunda de engaños y corruptelas, está dando una lección a los muchos mangoneadores de la Fiesta que intentan engañar al «gran público» con sus discursos e ínfulas parcial e interesadamente sesgadas. Ese «gran público» triunfalista que acude a las corridas de la Feria para dejarse ver y que ninguna o pocas corridas, fuera del ciclo isidril, presenciaran estos espectadores porque para ellos no hay más toros ni más toreros que los que se programan en los periodos clásicos para el consumo de tan peculiares aficionados. Un perfil de aficionado que no conoce ni sus derechos ni sus obligaciones y que la terna televisiva de @toros utiliza interesadamente para enfrentarlo al «tendido 7» madrileño.

Sin el «7», Madrid habría ya sucumbido a este timo de las corridas de toros sin toros. Ese anhelo podemita que parecen tener los taurinos que manejan las riendas del sistema. El «7» es el aliado del aficionado y su defensa de la autenticidad de la Fiesta les hace libres. Es lo que tiene la distancia entre el conocimiento y la ignorancia. Si la primera te da la libertad, la segunda te acerca a ese estado de felicidad triunfalista que conduce a la exaltación de «la nada».

3 comentarios en “La lección del tendido 7

  1. Grada 4, demuestra ser usted muy mal aficionado. Gente como usted es la que arruinó los toros en Barcelona. Por donde ha habido triunfalismo, la afición desertó. Solo queda en pie Madrid. Única plaza de temporada y con 30 festejos seguidos en feria.

  2. Con lo buena que fue la afición de Barcelona con este individuo escribiendo se está manchando la imagen!
    Como dije en otra ocasión la linde se acaba y colomer sigue…. que artículos se inventa este señor!

    1. He seguido sus comentarios durante este tiempo en este portal.
      Por la cantidad de negativos en sus fulleros comentarios imagino que verá que el único que mancha la imagen de la afición taurina de Barcelona es usted -suponiendo que es de Barcelona, bellísima ciudad por cierto, la cual visité en la última tarde del maestro Rincón-. Le agradeceríamos que no se escondiera detrás de un anonimato.
      Viva Bogotá y viva Barcelona

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