El Congrés dels Diputats de Madrid continua ajornant la ILP taurina, aprovada pel ple el passat 12 de febrer. D’aquesta manera, s’amplia fins al 21 de maig el termini de presentació d’esmenes a la totalitat de la proposició de llei, que pretén declarar els toros Bé d’Interès Cultural, després de les més de 600.000 signatures presentades per la recollida que va impulsar la Federació d’Entitats Taurines de Catalunya.

Y digo yo…

Sí. Esta es la España que tenemos. La del vuelva usted mañana. La del hoy no, mañana. Es lo que tenemos y, además decidimos. Al menos a medias. La España de las promesas incumplidas porque casi nunca pasa nada. Y con la ILP, casi mejor que no vuelva ni mañana, ni pasado, que ya le llamarán. Si acaso, porque prisa no tienen.

No se sabe cuando tirará esto para adelante. Porque no les importa. Prometer mucho, que estamos ahí decían, que esto va ir ligerito prometían… Pero no. Los que estamos ahí somos nosotros. A la espera de un paso al frente, de cumplir con la palabra. Quizás el problema sea eso, porque sus palabras ya sabemos cuales y como son. Tampoco sabemos el efecto que tendrá la declaración como BIC, ni si el Constitucional está esperando a ver que pasa. Solo sabemos que el tiempo pasa, que un año más con la Monumental cerrada puede ser fatal, que las ilusiones van a menos, que tantas cosas siguen fallando. Que cada vez cobra más fuerza aquello de mirar a la fiesta de los toros para saber como está el país. O el mundo.

Lo que queda claro es que los toros no les importa nada más que un pliego millonario con el que han sangrado la fiesta con sus concesiones a golpe de talonario. Eso sí, no se les escapó ni una plaza a la apretar. Lo demás, ahí está. Nada. Si no cumplieron con nada, porque lo iban a hacer con los toros.

Quizás estén esperando tramitarla cuando haya algo que tapar o distraer. Como siempre han hecho con nosotros: su juguete roto favorito.

Y ahora, solo falta que alguna parte implicada se rasgue las vestiduras. Que si se pica, ya le cuento como se puede sacar una la piel a tiras.

Y ahora, solo falta que alguna parte implicada se rasgue las vestiduras. Que si se pica, ya le cuento como se puede sacar uno la piel a tiras.

Digo yo…