Quizás, quizás… quizás

Domingo 28 Julio. Plaza de toros de Inca (Mallorca). Festival. Astados de Caridad Cobaleda Galache, muy bien presentados y manejables destacando el juego del lidiado en quinto lugar. Vicente Barrera, oreja. Antonio Canales Rivera, dos orejas. Víctor Janeiro, silencio. Palomo Linares, silencio tras aviso. Antonio Cortés, vuelta. Gabriel Pericás, dos orejas y rabo. Posiblemente media entrada. Empresa: Prochec S.L.

“Siempre que te pregunto qué, cuándo, cómo y dónde tú siempre me respondes quizás, quizás, quizás”.
Así reza el inicio de la mítica canción del compositor cubano Osvaldo Farrés y que quizás bien podría aplicarse para narrar lo acontecido ayer en el ruedo de Inca. Y es que al fin y al cabo es quizás todo depende de cómo se mire.
Quizás, a priori para muchos, y acostumbrados a acontecimientos mayores, no fuera el festival sin picadores celebrado ayer en Inca la categoría de festejo que merecen las fiestas patronales de la ciudad. Pero quizás, de no haber sido así, Inca se hubiera quedado por segundo año consecutivo sin su tradicional festejo taurino en honor a San Abdón y San Senén.
Quizás, justo sería reconocer el esfuerzo económico que, en tiempos de crisis y recortes ha realizado su Ajuntament para que, a pesar de muchas trabas y obstáculos antitaurinos las puertas de toriles se abrieran este año.
Quizás la entrada registrada (aparentemente casi medio aforo) hubiera podido ser mejorable, pero quizás el festejo en cuestión careció de promoción y quizás fue contraproducente, incluso para la propia Fiesta en Mallorca, el celebrar otro festejo a la misma hora y mismo día en la localidad cercana de Alcúdia.
Quizás muchos podrían presagiar la consiguiente lluvia de trofeos que en este tipo de espectáculos suele acontecer, pero, y aunque el festejo resultara de lo más entretenido y variado, no fue así. El “cubo de las orejas”, que es como llama mi amigo Nacho Rodríguez a la benevolencia de ciertos palcos, en esta ocasión quedó medio lleno.
El ganado de Caridad Cobaleda Galache fue manejable, no presentó grandes dificultades y estuvo excelentemente bien presentado. Quizás será conveniente no entrar en más detalles.
Del cartel original se descolgó el novillero Jesús López y es que quizás presentara parte facultativo.

El valenciano Vicente Barrera

Vicente Barrera estuvo bien aunque quizás no llegó a ajustarse del todo con su enemigo. Mató de un bajonazo y paseó el apéndice que solicitó el respetable.
Antonio Canales Rivera anduvo quizás más preocupado de animar a la galería con desplantes y aspavientos que de torear. Mató de estocada trasera y cayeron dos (quizás) festivaleras orejas.
El tercero de Víctor Janeiro se estrelló en el burladero de cuadrillas nada más salir por chiqueros y cayó fulminante tras haberse (quizás) partido las vértebras. En el que le sustituyó, Janeiro logró tandas de buenos muletazos por ambas manos pero quizás le faltara redondear con los aceros una faena que finiquitó de estocada que hizo guardia y bajonazo. Silencio.
Quizás Palomo Linares se dejara en el hotel las ganas de actuar en el festival. Tras la estocada y el descabello se silenció su labor.

Antonio Cortés

Antonio Cortés (no confundir con Antón Cortés) quizás, quizás… quizás. Lidió el mejor astado del festival pero no anduvo bien con los aceros. Mató tras cinco pinchazos y un descabello.  Dió la vuelta al ruedo quizás por su cuenta.
El novillero malloquín Gabriel Pericás hacía su presentación en la isla. Anduvo variado con el capote y vibrante en banderillas. El momento más emotivo de la tarde llegó en el brindis a su padre el matador de toros Frco. Gabriel Pericás quien sufrió un infarto cerebral hace ya cinco años mientras actuaba en un festival en Alcudia. El joven novillero accedió tendido a través para abrazar a su progenitor mientras que los allí presentes sabedores de las circunstancias, puestos en pie, rompían en una estremecedora ovación que desató las lágrimas de algunos de nosotros.
Ya con la muleta, quizás comprensiblemente, anduvo algo acelerado. Debe y puede estar mejor de lo que estuvo pues atesora cualidades para ello. Quizás no deben confundirle las dos orejas y rabo que paseó en volandas.
De las cuadrillas quizás cabe destacar la aparatosa voltereta sufrida por David Gómez en el segundo de la tarde y el primer par al quinto del jovencísimo Alfonso Gómez.

Los aficionados Miguel Gomis, Nacho Rodríguez y Ángel Ruiz

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