Recordando: Gibert, el impulsor

Hoy, 24 de junio, se cumple un año de la muerte de Luis María Gibert, quien fue presidente de la Federación de Entidades Taurinas de Catalunya. Nos dejaba el principal artífice del hito de conseguir presentar en el Congreso de los Diputados más de 500.000 firmas bajo la ILP que intentó blindar la tauromaquia.

Así, recordamos hoy a una de las personas más importantes en la defensa de la fiesta, aunque el sector no haya sido capaz de recoger el guante y sacar provecho de la posterior declaración de la tauromaquia, gracias sin duda a aquella ILP, como Patrimonio Cultural Inmaterial de España.

Este fue el artículo que se pudo leer en vadebraus dos días después de su muerte.

Pongamos un hilo musical. Suena ‘Suspiros de España‘. Y así, con ese sonido, llevo desde ayer leyendo que ha muerto el impulsor de la ILP de los toros. Que Luís María Gibert, el presidente de la Federación de Entidades Taurinas de Catalunya, promovió la recogida de firmas que culminó con más de 600.000 rúbricas en el Congreso de los Diputados que declararon Patrimonio Cultural del país a la tauromaquia. Ahora sí, Gibert, el impusor.

Delante del ordenador, me voy dando cuenta que son de las letras más amargas que debo escribir. A Gibert lo conocí en el momento taurino más duro. Cuando todos plegábamos velas, cuando ahogados y sin aliento llegaba aquel 28 de julio de 2010, cuando las críticas eran más feroces que nunca (con más o menos razones), se inventó un proyecto, sin medios, seguramente con el conocimiento justo, lió a 4.700 personas para que recogieran firmas y, lo que es casi imposible, medio convenció a la Mesa del Toro (cuando aún tenía tres patas) para que financiara con un puñado de euros la ILP que nacía de un catalán y de una Federación catalana. Y aquello debió doler tanto y tanto, que la mayoría ni se sumó y demasiados cantaron aquello de donde iban con el muerto encima de la mesa.

Si alguno piensa que la gestión de Gibert fue perfecta y que desde aquí la quiero vender como tal, mal vamos. Solo recordaré cuando me invitó en la Casa de Madrid y le reconocí mis críticas en su gestión para después tenderle la mano para juntar los barcos de una puñetera vez. Aquí defiendo sin complejos la labor de un hombre entregado a una pasión. De 25 años de radio donde se hacía eco de toda la Catalunya taurina, donde atendió a toreros, entidades, peñas y era el punto de encuentro de afición. De otros tantos confeccionando las conferencias de la Casa de Madrid en su Feria de Otoño, con nombres de los que gustan a tantos aficionados. De casi toda una vida acudiendo a presentar actos taurinos de las diferentes peñas.

Casualmente, su radio y sus conferencias desaparecían aquel 2011, cuando la Monumental cerraba sus puertas y la ILP seguía recogiendo firmas. Vuelvo al principio para volver a sorprenderme del trato de impulsor que ahora sí se le da sin tapujos. Puede que muchos no sepan lo que costó aquel proceso, en el que puso sus medios económicos personales. Que en agosto de aquel 2011 faltaba más de la mitad de firmas necesarias, justo cuando el impulsor se reincorporaba después de su primera operación. Que mendigó a todo el toreo que aportaran dinero para conseguir el logro, cuando la Mesa del Toro (con dos patas ya), cerraba el grifo y no soltaba un euro más para blindar su negocio. Fueron algunos toreros y muchos aficionados los que acabaron de financiar la ILP, con un dinero que les fue devuelto religiosamente a cada uno de ellos el pasado mes de noviembre. Curiosamente, maestros de Chiva, productores de arte, algún bigote o algún flequillo al viento, para más señas, fueron los primeros en ponerse al frente del triunfo en el Congreso o con Wert y su Pentauro. Y, entre casi todos, ningunearon al impulsor hasta límites condenables y repugnantes, sin nombrar siquiera a la Federación taurina catalana como promotora del hito.

Tantas cosas y desaires se llevó Gibert que llegaron a darle igual. O puede que no. Puso su vida y su enfermedad al servicio de un proceso y se debió callar tantas cosas que se si supieran o dijesen…. Pero ya da igual. O quizás tampoco. Hasta el último momento estuvo al pie del cañon. Con apenas un hilo de voz, por teléfono aún me explicaba los planes de su Federación. Hasta que en las últimas conversaciones me decía que ya estaba harto. Aplíquenlo a lo que quieran.

Siento rabia y lástima. Su ida deja un hueco enorme, perdemos al referente, al promotor, al impulsor. Al hombre que nos dio vida cuando la suya empezaba su viaje sin retorno. Que finalicen los sones de los ‘Suspiros de España‘. Ya suena la ‘Puerta Grande‘ de su inseparable Elvira Checa. Su escaño del tendido 10 ha quedado vacío para siempre. Como para siempre quedará su legado taurino. Honores para un cabal y honesto Luís María Gibert, que no podrá disfrutar, aquí, de una gran corrida de toros.

Tu descanso es más que merecido. Buen viaje, compañero Luís María.

Un comentario en “Recordando: Gibert, el impulsor

  1. Paco. Felicidades por el articulo. Si vuelven los toros a la Monumental personalmente lo dudo a corto plazo,hay que dejar vacio su localidad colocando una placa en su recuerdo

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