Se puede ser torero y catalán

El jove català Abel Robles que aquest dissabte debutará amb picadors a la Puebla de Alcocer, parla amb cultoro.com sobre les seves sensacions de cara a tan important  cita i sobre el seu futur com a torero. Reproduïm integrament l’entrevista: 

Es el paso más bonito, pero el más complicado. Del ímpetu jovial con la que una mera ilusión infame se apodera de un adolescente al escalón serio de plantearse realmente un futuro en la vida. De la vocación por mera vocación en potencia a la vocación por realidad en un joven. De sin a con. Abel Robles asumirá el primer compromiso este sábado en La Puebla de Alcocer frente a un encierro de Carriquiri: “Afronto el reto con mucha ilusión, con un montón de ganas y lleno de fe en ese día. Es un sueño que llegue el debut, porque cuando uno empieza a torear siempre piensa en este peldaño. Tengo muchas ganas de dar este paso y expresar todo lo que llevo dentro”.

Su concepto lo deja a juicio de la Fiesta. Él torea para sí. “No me gusta definirme, porque el que creo que tiene que ver mi concepto es el aficionado. Lo que tengo claro es que no quiero que se me escape este sueño de las manos. Quiero triunfar y ser figura, porque se puede ser torero y catalán. A partir de este sábado quiero que mi carrera vaya a más y que sea beneficioso para mí y, sobretodo, para Catalunya”.

A su lado, siempre Serafín Marín. Torero y catalán, buen dueto pero vana esperanza en su resultado, pues no quieren que fructifique en su tierra aquello de lo que el sábado Castilla extremeña será testigo. Mala suerte, para ellos. Esto es para privilegiados. “Estamos prohibidos en nuestra tierra. Tengo que venir a entrenar a Sevilla porque en Barcelona, a parte de no poder torear, somos muy pocos los profesionales del toro. Es como si vivieras en otra dimensión en la que no puedes expresar lo que llevas dentro. Pero esto no está muerto aunque los políticos nos lo quieran quitar”.

Al fin y al cabo son dos desterrados, dos desangelados prohibidos por los políticos. Él lo asume, pero con la positividad de haber visto, gracias a la prohibición, la oportunidad perfecta de unión. “Desde el primer momento Serafín estuvo a mi lado. No sabía coger una muleta y él me enseñó, me llevó al campo, me llamaba para entrenar y me ayudaba en todo lo que necesitaba. Estoy eternamente agradecido porque me ha aportado los conocimientos que él ha adquirido a base de sufrimiento y cornadas, y él me los ha dado a cambio de nada. Eso es lo más valioso ”.

Fuente: cultoro.com


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