La afición catalana tampoco ha fallado a la cita en defensa de la tauromaquia que se había programado en las ciudades más importantes del país.
Esta mediodía en la puerta grande de la Monumental de Barcelona se han congregado un centenar de taurinos, entre aficionados y profesionales, para reivindicar que la tauromaquia también es cultura. Profesionales como los matadores César Pérez, Alfonso Casado y Enrique Guillén; banderilleros como Vicente Osuna, Fernando Casanova y Omar Guerra y el novillero Maxime Solera han estado presentes en el acto. Los profesionales han leído un manifiesto para recordar que «el combate sigue en Catalunya y en toda España».

Por su parte, el crítico taurino Paco March ha leído el siguiente manifiesto en nombre de la afición catalana:

«En estos tiempos distópicos que han dado en llamar nueva normalidad, estamos aquí, ante la puerta grande de la Monumental, cerrada al toreo, para reivindicar una vez más, más fuerte y más alto, que la Tauromaquia es cultura y que la cultura no se censura.

El mundo del toro, todos quienes lo componen, desde los profesionales a los aficionados que en él se reconocen, vive el que quizás sea el momento más trascendental y difícil de una historia de siglos en la que ha sabido superar prohibiciones y anatemas de todo signo.

Y lo ha hecho desde la verdad suprema de sus valores éticos y culturales.

Ahora, cuando la sociedad afronta retos inimaginables hace solo tres meses, los nuevos inquisidores ven la ocasión propicia para asestar la puñalada trapera y definitiva a la tauromaquia.

La respuesta debe ser la unidad de todos, la solidaridad y la imaginación. Sin banderas ni adhesiones inquebrantables, ni tampoco dejándonos manipular.

El mundo del toro merece y reclama el lugar que le corresponde y la atención debida; es decir, lo que las leyes recogen.

La concentración, de carácter totalmente transversal y apolítico, ha transcurrido sin incidentes a pesar de alguna leve provocación de algún antitaurino.