Por sorpresa se cortó la coleta en la pasada Feria de Julio de Valencia y por sorpresa toreó este sábado en el tradicional Corre de bou de Cardona (Barcelona).

Varea volvió a torear en público tras quitarse de los ruedos hace dos meses y lo hizo de una forma sensacional. El de Almazora lidió los dos novillos de Cayetano Muñoz, de propiedad de La Espuela, y consiguió que sus dos actuaciones calaran en el tendido. Dejó un buen recibo capotero con el primer eral y en la muleta toreó a placer. Con su gusto y personalidad habituales estructuró una buena faena a un novillo noble y repetidor aunque un poco brusco a final de muletazo. Su segundo salió muy distraído. Estaba pendiente de todos -de los mozos que están en las cuerdas- menos de Varea. El diestro fue calentándolo poco a poco hasta que consiguió que el toro obedeciera su muleta. En un molinete de rodillas el eral le cogió y le propinó una fuerte voltereta, de la que solo salió un poco magullado. A partir de ahí, con los dos calentados, se vieron los mejores muletazos con buenos detalles a final de cada serie.

Esperemos que este invierno le sirva para meditar y reflexionar, el toreo necesita toreros distintos y él es uno de ellos. No será el más valeroso ni el más técnico. Tampoco entenderá ni cuajará todos los grandes toros que se cruce por el camino, pero cuando lo consiga una vez habrá valido la pena la espera. De vulgares pegapases sobran muchos, de toreros con gusto y torería faltan muchos.

Previamente tuvo lugar un concurso de recortes dónde se proclamó vencedor Joan Serra, un joven recortador local tras realizar dos quiebros de ajuste milimétrico.

En el encierro matinal varios heridos y tres de ellos tuvieron que ser trasladados al Hospital de Manresa. Uno de ellos con la muñeca rota y los otros dos por contusiones fuertes. Debido al número de heridos y por verse desbordados los servicios sanitarios se tuvo que suspender la posterior suelta de vaquillas.