Cayetano, la primera figura actual

Los títulos de figura y de maestro -que no tienen que ir juntos- son tan subjetivos que cada uno de los lectores de la página podría hacer una clasificación distinta del escalafón.

Algunos aficionados que abarrotan el twittendido suelen otorgar la distinción de máxima figura al último que le da por pegar tres naturales cargando la suerte a un toro. Da más puntos si es cinqueño y cárdeno, claro está. Enorme mérito, este, aunque diste mucho de ser primera figura.

Aprovechando esta ambigüedad, sostengo que Cayetano es el único que está actuando como verdadera figura del toreo. Está dando la cara por el sector, y sobre todo por sus compañeros, en público y con los políticos de turno. No torea como José Tomás, ni levanta las pasiones de Morante y tampoco tiene el dominio de El Juli. A su favor, tiene el llevar gente a las plazas y tener presencia en la sociedad. Cayetano, en el ruedo, no deja de ser uno más. Pero fuera de él, es posiblemente el más preparado para hablar en nombre del sector. Discurso claro y contundente, pero con la elegancia y educación necesarias que tantas veces hemos echado en falta en nuestros abanderados. ¿Todo esto no es meritorio para que le otorguemos el título de figura?

Cayetano tiene ese tirón mediático tan escaso en nuestros tiempos y goza de la simpatía de parte de la sociedad. Sin embargo, ha tenido que cambiar el estoque por un paraguas para refugiarse del chaparrón que le está cayendo. Tras cada intervención pública, las críticas, burlas e insultos hacia su persona se incrementan, pero él, enrazado, no cesa en su empeño por defender a todos los miembros de las cuadrillas. Preciado ejemplo de compromiso y valentía. 

Y ya puestos, junto a Cayetano, para no pasar vergüenza en luchas presentes y futuras, nos iría mejor si el sector taurino estableciera unos portavoces a nivel nacional que fuesen fijos. Gente como Chapu Apaolaza, Victorino Martín, Luis Francisco Esplá, Juanma Lamet o incluso Pablo Aguado, con su discurso sensato, moderno y estudiado, serían los más autorizados para darnos voz a los aficionados y a los profesionales en cualquier lugar, en los medios de comunicación y ante los políticos.

Sería maravilloso si alguna figura decidiera dar la cara como está haciendo Cayetano, aunque siempre es más agradable que se la partan a otro. Las figuras, figuritas o figurantes siguen sin aparecer cuando más falta hacen. Seguirán refugiados en sus fincas preparando una temporada que prácticamente no existirá. Cuando Mercedes Sosa cantaba los precisos versos de “Todo cambia” seguro que no tenía en mente el mundo taurino. Aquí nada cambia, cada uno a lo suyo y ni una crisis como esta nos hace reaccionar. Eso sí, todos aparecen a las 12h del mediodía con puntualidad inglesa. Algo tenían que tener en común.

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