La historia de Chamaco no se entiende sin Barcelona. Ni la del padre ni la del hijo. Por esta razón, quiso Chamaco hijo reaparecer en la capital catalana antes de hacerlo en Arlés justo dentro de un mes.
“No es la primera vez que me tocan para volver”, reconoció Chamaco nada más empezar el acto. Varias plazas francesas le habían hecho propuestas para volver a vestirse de luces, pero según explicó él, ninguna reunía las características necesarias. Con Juan Bautista, empresario de Arlés, se entendió perfectamente en todos los aspectos -sobre todo en el económico y en el sentimental- para aceptar el gran reto de volver tras 20 años retirado. Chamaco se retiró de un día para otro y se alejó por completo del mundo de los toros. “Si tu apoderado te roba, apaga y vámonos. Mi ilusión taurina se esfumó por completo”, se sinceró el matador. El torero quiso dejar claro que “el gusanillo lo mato en mi casa. Matar una corrida de toros es muy serio, te juegas la vida y el prestigio personal y que te pisoteen el orgullo”. Además, tampoco vuelve por dinero: “Yo me he dedicado al aceite de oliva, todo lo hago al contado y no tengo ni crédito”.
Es consciente Chamaco que pueden haber cambiado muchas cosas durante estos años, pero él también lo ha hecho. “Ahora soy mejor torero que en esa época. A mi me cogían todos los días. Finito y Jesulín apostaban a que no iría a torear el día siguiente, por la paliza que llevaba. Y yo, cojo, pero me presentaba. Ahora quiero torear bien, estoy harto de volteretas”.
Tono no podía marcharse de Barcelona sin hablar de su padre, el gran Antonio Borrero “Chamaco”, ídolo de la ciudad condal. “El apellido de Chamaco pesaba mucho. Con mi padre teníamos unas guerras titánicas. Él era un huracán”. Con admiración le recordó como un hombre con una fuerza fuera de lo normal. “Mi padre estaba roto de arriba abajo, 24 cornadas, varias extremaunciones… Pongo a Ponce, a El Juli o a cualquiera con mi padre y los hunde”.
Respecto a su vínculo con Barcelona, explicó que “mi padre nunca me habló de Barcelona. No le gustaba hablar de él ni ponerse medallas. Todo lo que sé me lo han contado otros”. Chamaco hijo contó una anécdota de su padre en la Monumental. Chamaco padre, después de un rifirrafe en un quite con Julio Aparicio, cogió el estoque y se fue a por él para matarle. Los dos empezaron a correr por la plaza hasta que finalmente fueron separados”.
Por último, Chamaco explicó sobre su regreso a los ruedos que cree que su padre “se estará riendo de este personaje”. El 21 de abril reaparecerá en Arlés junto a Sebastian Castella y Miguel Ángel Perera con toros de Jandilla. Quien sabe si esta no será la única. Quien sabe si algún empresario romántico se atreverá a volver a juntar a tres toreros que tantos carteles compartieron hace años.
El acto estuvo presentado por Paco March, presidente de la Federación de Entidades Taurinas de Catalunya y el periodista Íñigo Crespo.