La Generalitat de Catalunya ha decidido compensar al Grupo Balañá, propietario de la plaza de toros Monumental de Barcelona, con 329.699 euros por los perjuicios que le ha supuesto la prohibición de los toros en Catalunya vigente desde el 1 de enero de 2012. Así lo publicaba en su edición de hoy el Periódico de Catalunya. Según fuentes del departamento de Economía esa es la cantidad recogida en una resolución que cuenta con el aval de la comisión jurídica asesora de la Generalitat.
La cantidad choca, y mucho, con la cantidad que Balañá solicitaba, unos 10 millones de euros en concepto de lucro cesante. Por su parte, el Gobierno considera que se debe indemnizar a la empresa por “los perjuicios derivados del cese de las corridas de toros en Catalunya” y por la “obsolescencia del edificio”. Concretamente, la cantidad asignada a la propietaria del coso sería de 293.698 euros “en concepto de daños emergentes por la obsolescencia del edificio” y otros 36.000 por el “incremento de costes de mantenimiento” de la plaza.
La de Balañá fue la única reclamación que no se desestimó. En total, fueron 28 los casos rechazados que solicitaron indemnización, entre los que se encontraban, entre otros, toreros, ganaderos, empresas de transportes o el equipo médico de la plaza. Todas ellas no fueron tenidas en cuentas ya que la Generalitat consideró que los reclamantes podían seguir desarrollando sus actividades en otras zonas de España donde los toros sí están permitidos. Incluso se desestimó la presentada por la casa Matilla, última empresa gestora de la Monumental. Sin embargo, esta última ha sido la única que ha ha interpuesto un un recurso contencioso administrativo contra el Gobierno por este rechazo, que fue admitido a trámite por el Tribunal Superior de Justicia de Barcelona, que todavía no se ha pronunciado al respecto.
Según publica EFE, fuentes del Grupo Balañá han asegurado que no harán ningún tipo de comentario a la resolución del departamento de Economía.
Y digo yo…
Decir por decir, tantas cosas se podrían que no sabe uno bien. 330.000 euros parecen pocos para Balañá, ahora Grupo Balañá. Pocos o muchos, porque demasiados podrían ser para quien son. El caso es que esta Catalunya (o Burundi, El Congo o República Independiente de porque yo lo valgo) decide rascarse el bolsillo y soltar un puñado de euros que, además, dicen no tener para casi nada.
Así, sin mucho esfuerzo, te echo cuentas: unas 220 pagas para esos funcionarios recortados, o dos hipotecas para no dejar a dos familias de currantes en la calle, o varias operaciones para acortar listas de espera y dejar abiertas algunas camas de hospital, o levantar cimientos para destruir esos barracones donde estudian los más pequeños, o, mira tu por donde, gastarse aún más en su proyecto soberanista. Más de cincuenta millones de las antiguas pesetas para cerrar, o intentarlo al menos, el tema taurino, para olvidarse de su obsesión, para certificar su capricho.
Y a todo esto, el que era Pedro Balañá S.A., ahora Grupo Balañá, sigue callado. ¡Qué novedad! Digo yo, que saberse se sabrá la decisión que tome al respecto. De una rebelión en los juzgados o de aceptar el puñado de dólares. En lo primero, estaría lo mínimo en cuanto a decencia en hacerse respetar de la afrenta. De lo segundo, dejaría bien a las claras que el juego terminó, que las cartas ya estarían definitivamente boca arribas a la espera de que la Generalitat, de mil maneras posibles, le acabara de dar lo merecido. O lo pactado.
Más cuentas 330.000 euros. Cercanos a lo que se podía facturar en dos tardes de agosto en la temporada de Barcelona. 4000 personas en una tarde a 40 euros por barba. Pues eso. Acepta y vencerás.
Digo yo…
Un artículo excelente sobre el cierre de nuestra Monumental
http://www.zoomnews.es/303336/actualidad/sociedad/tres-anos-toros-cataluna-monumental-ya-es-plaza-fantasma?cx_source=carrusel
Malauradament, ha passat el que havia de passar. La família Balañá guanya massa diners amb els seus cinemes i teatres -entre ells, uns explotats a l’interior d’una antiga plaça de toros convertida en una selva fins fa no gaire- com per arriscar-se a entrar en pleïts amb la Generalitat.
Però tranquils. Sempre ens quedarà Ceret. I Castelló. I el Canal Plus Toros. I les revistes taurines que comprem al quiosc i les amaguem entre les pàgines del diari com féiem de joves amb les revistes pornos. I les tertúlies clandestines dels amics de tendido que encara ens veiem. I els records.
Ni Tribunal Constitucional ni polles en vinagre. Aquí, a Catalunya, els únics toros que veurem són els toros de reparto.
Más claro el agua………