La Federación de Entidades Taurinas de Catalunya (FETC) burló la censura impuesta por decenas de distribuidoras y de los festivales de cine más importantes a la película “Un filósofo en la arena” y proyectó el film en la capital catalana.
Después de Madrid y Sevilla llegó el turno de Barcelona. Posiblemente las tres ciudades más taurinas de España, aunque pueda sorprender la inclusión de esta última. En una sala de aforo reducido de Cinemes Girona se pasó la obra dirigida por Jesús Muñoz y Aarón Fernández, dos mexicanos alejados del mundo taurino.
Para llevarlo a cabo, los directores contaron con la mirada profunda y reflexiva del filósofo parisino Francis Wolff, el protagonista del documental. Juntos emprenden un viaje por Francia, España y México concentrado en 100 intensos minutos. No se pretende convencer a nadie, pero sí hacernos reflexionar a todos. A lo largo de este viaje, el espectador se nutre de las ideas y opiniones razonadas de Wolff, apoyadas en testimonios de personajes de la cultura y el arte como Mario Vargas Llosa, Miquel Barceló, Luis Francisco Esplá, Eduardo Matos Moctezuma o Catherine Millet, entre muchos otros. Ellos nos hacen reflexionar sobre la relación entre los humanos y los animales, sin perder nunca de vista la muerte como parte fundamental de la vida.
Wolff, filósofo, retador nato, obliga repetidamente al espectador a salir de su zona de confort. Lanza varias cuestiones claves. No hay peor maltrato que tratar a un animal como un objeto o como una persona. De mismo modo, tampoco podemos tratar a las personas como animales, como hacemos, por ejemplo, con los refugiados. Y sigue el reto para los que tanto dicen sentirse identificados con el toro. ¿Prefieren vivir como un esclavo y morir en un matadero o vivir libre y morir luchando?
La muerte ocupa un papel fundamental del documental. Wolff critica esas corrientes cada vez más extendidas de la sociedad que pretenden vivir de espaldas a la muerte. “Las nuevas utopías” les llama y como bien dice uno de los personajes que se encuentra Wolff en su viaje, “ya sabemos cómo terminaron todas las utopías del siglo pasado”.
Al finalizar la película, los asistentes establecieron un coloquio con Francis Wolff y Jesús Muñoz. El filósofo francés cree que la tauromaquia acabará desapareciendo y explica las dos muertes posibles para la tauromaquia: la natural, cuando no interese a casi nadie o la violenta, fruto de las prohibiciones. Es deber de todos retrasar ese momento, opina el filósofo. Por otro lado, considera Wolff que internamente la tauromaquia atraviesa por un buen momento a pesar de los repetidos ataques que vienen del exterior.
Por su parte, Muñoz, lamentó la fuerte censura impuesta a su trabajo, sobre todo en España, donde ha sido rechazada por decenas de distribuidoras y no ha sido aceptada en los festivales de San Sebastián, Valladolid, Málaga o Sevilla por tratar un tema polémico. Actualmente, se encuentran negociando la venta de los derechos a plataformas de streeming en Estados Unidos. En México la situación es radicalmente distinta, donde la película ha estado varias semanas en la cartelera de 45 cines de 14 ciudades del Estado.