Mientras en la Maestranza de Sevilla Roca Rey se entretenía en cortar dos orejas -con petición de rabo-, en la Casa de Madrid en Barcelona se presentaba la feria de novilladas de Boujan-sur-Libron.
Michel Bouisseren, empresario de Boujan, proyectó los videos de las imponentes novilladas a lidiar este año. Posteriormente, el moderador, Gerard Mas, abrió el coloquio con el público, que intervino cuanto quiso. Este año ambas ganaderías a lidiar serán portuguesas, pero Bouisseren comentó que no fue su idea inicial. En un primer instante, su voluntad era la de organizar una feria plenamente de encaste Saltillo, con una novillada de Zaballos y otra de Saltillo. Posteriormente, buscó novilladas también en Juan Luis Fraile o Raso de Portillo, entre otras. Al no terminar de cuadrar ninguna de ellas, en unas vacaciones con su mujer en Portugal, visitó algunas ganaderías del país como Vinhas, Sobral o Cohimbra y finalmente acabó decantándose por Antonio Silva y Veiga Teixeira. Será la primera vez que Antonio Silva lidie a pie. Para la novillada sin caballos, pretendía que fuera de Yonnet, origen Pinto Barreiros (Portugal), pero el precio lo hizo inviable. Finalmente será de Concha y Sierra y un novillo de Fernay.
Mencionó también que este año los toros descansarán en los corrales de Béziers, la cuadra de picar sera de Bonijol y destacó el buen ritmo al que va la taquilla. A fecha de hoy, hay tantas entradas vendidas como el año pasado el 20 de junio. A Boujan irán aficionados, comisiones y clubs taurinos de toda Francia, aficionados de Madrid, Bilbao, Barcelona, Olot (a ver a Abel Robles), Milan y Bruselas, entre otros.
En el acto, organizado por la UTYAC, también estuvo presente el novillero Maxime Solera, un habitual de la feria de Boujan, pues este será su cuarto paseíllo en la feria, que va por la quinta edición. El año pasado, Solera hizo doblete con las novilladas de Hoyo de la Gitana y Raso de Portillo, donde consiguió cortar dos orejas y proclamarse triunfador de la feria. Un año antes, se había ganado la repetición al dejar una grata impresión materializada en una vuelta al ruedo con una novillada de Dolores Aguirre.