El próximo 3 de junio se cumplirán cuarenta y tres años de que la fatalidad tiñera de luto una vez más a la fiesta, debido a la gravísima cornada recibida por el subalterno Joaquín Camino en la Monumental. A las órdenes de su hermano Paco, se disponía a cerrar el tercio de banderillas del toro “Curioso”, segundo del festejo, que como sus hermanos, pertenecía a la divisa salmantina de Atanasio Fernández Iglesias.
La gran entrada que registraba aquella tarde la Monumental, presagiaba una buena tarde de toros y se anunciaba un atractivo cartel, formado por Luis Miguel Dominguín, Paco Camino y Sebastián Palomo Linares. Joaquín Camino Sánchez había nacido en la tan taurina localidad sevillana de Camas, el 23 de noviembre de 1943, por lo que no había cumplido los 30 años de edad y tenía previsto contraer matrimonio al finalizar la temporada. Desarrolló muy dignamente su campaña novilleril en los años de 1963 y 1964, obteniendo en esa época buenas actuaciones en Barcelona. El 12 de junio de 1965 se presentó como novillero en Madrid, ante ganado de Cobaleda y teniendo como compañeros a Paco Pallarés y Gregorio Tébar “El Inclusero”, pero como las cosas no rodaron del todo bien, influenciado por su hermano, decidió entrar a formar parte de la cuadrilla de este, con quien permaneció en su cuadrilla siete años, hasta el día del percance.
Del trágico suceso merece recordar que el toro llegó fuerte al tercio de banderillas y una fuerte colada en el momento del embroque, hizo que el toro le tapara la salida y lo cogiera aparatosamente, haciendo por él muy feamente en el suelo. Fue entonces cuando las cuadrillas, e incluso su hermano a cuerpo limpio, trataban inútilmente de sacarlo de las astas del toro, hasta que por fin lo lograron.
Una vez en la enfermería, el parte facultativo del célebre doctor Olivé Millet, hablaba de dos cornadas por asta de toro (sufrió el torero un paro cardíaco durante la intervención) y dejaba bien claro la gravedad de ambas:
“La primera penetra por el tórax a nivel de base hemitórax derecho, desgarrándole el pulmón, perforándole el diafragma y penetrando en cavidad abdominal, produciéndose posteriormente una herida en el hígado. La segunda con orificio de entrada por la cara anterior del tercio superior del muslo derecho, con dirección hacia arriba que diseca los vasos ilíacos y penetra por cavidad abdominal. Presenta múltiples contusiones en el tórax con probable fractura costal en el hemitorax izquierdo. Intenso Shock traumático”.
Después de la minuciosa intervención, y de recibir la visita de su hermano Paco, que desconsolado por el suceso y consciente de la gravedad del percance mandó a su cuadrilla a dar una vuelta al ruedo que cariñosamente el público le había pedido, fue trasladado a la clínica Olivé Gumá de la calle Córcega, observando el doctor una leve mejoría. Pero desgraciadamente su estado cada vez más crítico, fue empeorando en la madrugada del martes día 5, produciéndose el fatal desenlace a la una menos cinco de la tarde de ese mismo dia.
Sus restos mortales fueron trasladados al aeropuerto de El Prat y su féretro voló rumbo a Sevilla en un avión fletado por su propio hermano, para recibir cristiana sepultura en la iglesia parroquial de Santa María de Gracia de su localidad natal de Camas, ante una gran manifestación de duelo.