En tiempos pasados, un bufón era un personaje cómico encargado de divertir a reyes y cortesanos con chocarrerías y gestos. Con el paso del tiempo y, adaptándose a la actualidad, la RAE ha incorporado una nueva acepción sobre el significado de bufón; truhan que se ocupa de hacer reír. Y, si antaño los bufones eran el hazmerreír para aquellos de sangre azul, hoy son los encargados de hacer reír al pueblo.
Un claro ejemplo de ello es Catalina Soler, alcaldesa del pueblo mallorquín de Felanitx. La primera vez que salió a escena como bufona oficial fue el pasado mes de febrero cuando, al día siguiente de desmentir la noticia publicada en primicia y en exclusiva por quien suscribe este artículo, referente a la existencia de unos compradores que optaban por la plaza de toros, para su vergüenza y humillación, se vio obligada a dar veracidad a la noticia dando la cara en los informativos y otros programas de tv local. La verdad, que la cosa tuvo su gracia.
Pero el culmen, cuando la señora alcaldesa alcanzó su máximo esplendor, llegó el pasado sábado, en un primer capítulo privado y otro, el lunes, en un segundo capítulo público.
Tras la publicación el sábado, en modo de adelanto, sobre lo que iba a acontecer el lunes en el Pleno de Felanitx, con respecto a la eliminación de la cláusula que obligaba a la propiedad de La Macarena a realizar una función taurina anual, así como otros aspectos redactados, documentados, contrastados y demostrables, tuvo la osadía y la ocurrencia de enviar a uno de sus subalternos, a “contactar con Puertas”, con las pocas luces de pretender conminarle a que no publicase nada más sobre el tema de la plaza de toros. Porque, les estaba fastidiando el chiringuito. A ella y a su subalterno que, coincide que es uno de los compradores. Pocas luces tuvo la alcaldesa. Escogió el camino equivocado. Hay que reconocer que la idea tuvo su gracia.
Menuda lumbrera es ‘la’ Soler; pretender coartar la libertad de informar de aquello que atañe a los ciudadanos por el mero hecho de saber, que la acción que llegó a ejecutar en el Pleno podría ser constitutiva de prevaricación y tráfico de influencias y no le interesaba que, previo al Pleno, nada saliese a la luz. Y es que, claro, en febrero, ya se les fastidió el chiringuito. Puertas, les había fastidiado el chiringuito.
Ahora bien, donde Catalina se cubrió de gloria, dejando al descubierto toda su soberbia, prepotencia, despotismo y chabacanería, rozando lo soez, con una actitud impropia e indigna de una alcaldesa, fue durante el Pleno llevado a cabo el pasado lunes, retransmitido en directo por el canal de su propio ayuntamiento, en YouTube. Soler perdió las formas, pretendió ridiculizar a ciertos componentes de la oposición, les faltó el respeto, atacando, incluso, a comportamientos y aspectos personales de cada uno de ellos. A algunos, hasta les recriminó lo que publican en sus RRSS, siendo ella, un referente en quedar retratada en aquello que manifiesta en las propias redes, en su perfil personal, mofándose, incluso, de los felanitxers cuando Maria Vidal, concejal de Vox, publicó que “La Macarena es de todos los felanitxers”. La respuesta de Catalina fue textualmente “jajajaja, qué gracia. Ahora la desmontarán, pieza por pieza y se la llevarán”. Qué graciosa es la señora alcaldesa, haciendo alarde de la condición de bufona en su máximo apogeo. Es innegable que es admirable.
Durante la retransmisión del Pleno, al ser recriminado su comportamiento por el resto de partidos, debido a las faltas de respeto, llegó a dirigirse a alguno de ellos achacándole que pretendían darle clases. A decir verdad, Soler tiene una larga y consagrada trayectoria como política, pero en cuestión de modales, no solo está carente de clases, sino de cursos intensivos.
Por cierto, hay que resaltar que tuvo la desfachatez de afirmar en el Pleno que desconoce quiénes son los compradores del coso taurino. Menudo cuajo tiene Catalina. Cuajo y falta de vergüenza. Pero, eso sí, a bufona no hay quién le gane. Porque la afirmación es para descojonarse de risa. Qué bajeza y qué falta de gallardía.
Para evitarle que vuelva a salir a escena para hacernos reír en su condición de bufona y afirmar que todo esto es mentira, pero sin argumentar nada, compartimos sus publicaciones en RRSS y el siguiente enlace para deleite de los lectores y comprueben, así, a partir del metraje 22:08, la veracidad de lo redactado en este artículo con respecto al talante de “la excelentísima alcaldesa de Felanitx”.
¡Pasen y vean! ¡En acción, la bufona Catalina Soler!