Día redondo para la Escuela Taurina de Catalunya y UTYAC en el campo

Es de sobras conocido que la unión hace la fuerza. El lema se ha usado a lo largo de la historia por distintos países y entidades, siendo actualmente el lema nacional de Bélgica, Bulgaria, Bolivia o Malasia además de aparecer en el escudo de armas de algunos de ellos.

En sus logos no aparece el lema, pero también lo tienen claro la Unión de Taurinos y Aficionados de Catalunya y la Escuela Taurina de Catalunya, que se unieron para sumar fuerzas y poder organizar una fiesta campera que consiguió desplazar a un nutrido grupo de aficionados hasta la finca Cucala, en Alcalá de Chivert (Castellón) el pasado domingo. Se lidiaron un total de 5 animales de distintos tamaños para que pudieran disfrutar los alumnos más pequeños, los más aventajados y los aficionados prácticos. Los astados de Buenaventura, de gran calidad, dieron un juego ideal para la ocasión.

La jornada empezó con un becerrito que torearon con desparpajo y personalidad Ángel Vega, con ganas los gemelos Miquel y Francesc, con seguridad Lucía Guillén y con arrojo su hermano Curro. Si el día campero hubiera finalizado aquí ya hubiera merecido la pena, ver a cinco niños catalanes siendo felices jugando al toro nos hizo felices también a todos los demás.

Pero como no terminó aquí pudimos ver que los mayores se toman las cosas muy en serio. Mario Vilau lo cuajó por ambos pitones; Alba Caro toreó con gusto y suavidad; Hugo Casado estuvo muy firme y variado y Marcos Adame, en su primera vez delante de un animal, toreó con una facilidad pasmosa. Las embestidas al ralentí de los dos animales les permitieron potenciar el temple y la firmeza en su toreo de cercanías.

Los dos últimos becerros fueron para los socios de UTYAC, quienes poco a poco se animaron viendo la calidad de las embestidas de los animales. Torearon, o algo parecido, desde jóvenes universitarios hasta jubilados, todo el que quiso se puso delante para recibir ese chute de adrenalina que pide el cuerpo de vez en cuando.

Con la barriga llena, los aficionados y alumnos emprendieron el viaje de regreso a casa, contentos de haber vivido un día redondo para ambas entidades y con ilusión de cara a la próxima temporada. Los becerristas apuntan maneras y la afición catalana les seguirá de cerca.