El novillero Mario Vilau ha sido, sin duda alguna, una de las grandes revelaciones de la Escuela Taurina de Catalunya y también de la temporada. Se le espera con máxima ilusión y expectación de cara al próximo curso taurino.

De todas formas, la gran labor que está desempeñando la Escuela Taurina de Catalunya nos depara tres nuevas sorpresas (quizás no tan sorpresas) de cara a la próxima temporada. Se trata de la novillera Alba Caro y de los novilleros Marcos Adame y Hugo Casado.

La joven novillera barcelonesa Alba Caro, que compagina sus estudios de Ganadería y Asistencia en Sanidad Animal con su actividad torera, sorprendió a todos en la primavera de 2023 con su templado toreo en la marinera plaza de Vinaròs. Sus cualidades, buenas maneras y valentía le auguran un buen 2025 en el que, a buen seguro, consolidará este prometedor inicio.

Marcos Adame, que ha cosechado importantes triunfos en una completa temporada de 12 festejos toreados, se perfila como uno de los nombres punteros para el próximo curso taurino. En su notable paso por novilladas sin picadores, tentaderos y clases prácticas, ha demostrado un gran valor y unas encomiables actitudes.

Hugo Casado, que ha podido estar en bolsines como el de La Carlota, el Peñaflor de Gallego en Zaragoza, el Nimes Metropole y el Festibanyes de Amélie-les-Bains, ha tenido un 2024 de crecimiento torero al lado del maestro Manuel Escribano, con quien ha estado preparándose para lo que, en 2025, puede ser el despegue definitivo.

Tres alumnos prometedores de una Escuela Taurina que se ha convertido en una entidad de resistencia en Catalunya. Sin ningún tipo de apoyo por parte de las instituciones (nada sorprendente), solo cuenta con la concesión municipal de un pequeño espacio de entrenamiento en L’Hospitalet de Llobregat. En este sitio, entre un pipicán y un campo de hierba artificial, la Escuela está haciendo una sobresaliente labor y ha tenido el mérito de sacar, de momento, a cuatro jóvenes coletas con gran proyección: Vilau, Casado, Adame y Caro.

Sorprende, por tanto, que en estas circunstancias tan hostiles, Catalunya siga dando toreros con enormes posibilidades para contender con los de las demás Escuelas Taurinas e, incluso, con los novilleros que encabezan el escalafón novilleril.

La Escuela Taurina de Catalunya es un ejemplo a seguir para todos. Un ejemplo de lucha, constancia, trabajo, responsabilidad y, sobre todo, de mantener la llama viva del toreo en Catalunya.

¡Seguimos ahí! ¡Y que nadie piense que nos vamos a marchar o a rendir!