Albert Serra protagoniza un magistral coloquio sobre tauromaquia y cine en Barcelona

Este lunes, la Unión de Taurinos y Aficionados de Cataluña (UTYAC) cerró su ciclo invernal de coloquios con una exitosa convocatoria en el Hotel Oriente de Barcelona, donde el cineasta Albert Serra presentó su documental Tardes de Soledad. Acompañado por los periodistas Paco March y Joaquín Luna, Serra ofreció una conversación que, más allá de detallar los aspectos de la película, se convirtió en una reflexión profunda sobre la tauromaquia, su esencia y su conexión con la vida y la muerte.

Las reflexiones de Albert Serra se pueden agrupar en tres bloques:

1. Cine

  • He hecho la mejor película de toros que se ha hecho nunca, sin lugar a dudas. Puede haber algunas películas que tengan aciertos parciales muy breves y ligeros, pero una película compacta y con toda la entidad que enseñe lo que realmente es la tauromaquia, no existe ninguna.”

  • “La película es honesta. No te vende nada que no sea la verdad.”
  • El director explicó su intención de cerrar tanto los planos y alargar las escenas, buscando provocar una sensación física en el espectador. No se centró en mostrar los pases bonitos, ya que, según él, para eso basta con ver en YouTube la faena del rabo de Morante, aunque eso no conmueva a nadie. De hecho, descartaron todas las imágenes de un cámara con mucha experiencia grabando festejos taurinos, ya que esos planos tan generales no era lo que estaban buscando.

  • Serra disponía de 700h de grabación. Dos personas, él y un montador, se pasaron 7 meses trabajando los 7 días de la semana, sin un día de descanso. Lo hicieron en Banyoles y cuando tenía alguna duda en relación a algún elemento taurino avisaba a Salvador Boix para que le orientara. Aseguró que es una película equilibrada, tanto en cuanto a la sangre como en las expresiones de los banderilleros. “Si no hubiera equilibrio, sería una provocación. Tenía imágenes de varios toros vomitando sangre por la boca y siete u ocho “cojones” más (refiriéndose a la palabra más empleada en la película) y no los puse”.

  • Seguimos a Pablo Aguado durante varias tardes, pero nunca pasaba nada. Al principio quería hacer una película que contrapusiera dos estilos diferentes, pero me acabé decantando por Roca Rey”. Reconoció que fue ajustando su idea a medida que iban grabando. Serra afirmó que “yo solo sé que haré una buena película”.

2. Roca Rey

  • Roca Rey vio una versión preliminar no finalizada. “Ellos no sabían lo que querían, ni siquiera se lo habían planteado. Si no sabes lo que quieres, nunca estarás satisfecho.” A Roca Rey no le gustó la sensación que deja la película de que mata mal. “Roca Rey me decía: ‘Yo soy conocido por matar bien y en la película no se ve’. Pues haber matado mejor, yo no puedo estar grabando toda la vida”.

  • Serra todavía no se explica cómo les dieron libertad absoluta para grabar todo y tener acceso a su intimidad. “Tenemos a Roca Rey grabado desnudo, lo presentamos muy elegante y sutil, pero se muestra“.
  • El director comentó que Larita, fiel mozo de espadas, le reconoció que cuando viste a Roca Rey no le puede ni mirar a la cara. Le hace demasiada impresión.

  • Serra solo quería retratar a los toreros vestidos de héroes, por eso no hay imágenes de ellos vestidos de calle. Según él, pierden el misterio e incluso se ven demasiado normales. Evitaba a toda costa verlos vestidos de calle, no le interesaba nada. Tenía la impresión de que cuando Roca Rey se quitaba el traje de luces comenzaba su rutina, como si fuera a trabajar.

  • “No hay ningún taurino que no le haya gustado la película que no sea anti-Roca Rey”.

  • Se descartaron corridas en plazas de segunda porque el toro al ser más pequeño y Roca Rey siendo tan alto quedaba estéticamente mal.

3. Tauromaquia

  • Serra defendió la belleza de la muerte del toro, al igual que el arrastre. Fueron imágenes que tanto él como los cámaras quedaron enamorados. Filma la muerte y la agonía del toro. Serra opinó que existen fotografías muy buenas, pero no imágenes tan largas donde se pudiera apreciar la fuerza de la muerte del toro.

  •  “Muchos taurinos que se acomplejan con la sangre es porque han interiorizado el discurso de los antis”
  • “La tauromaquia es grande porque no hay atajos. Si le quitas el factor de la sangre, no tiene sentido”, afirmó rotundamente. “A la gente le sorprenden los rituales sacrificiales cuando son del tercer mundo, pero cuando los ven al lado de casa ya no les gusta tanto.”

  • Si no estuviera la muerte del toro, la tauromaquia sería como el Circo del Sol.”

  • Afirmó que “la gente con un cerebro normal y una moral normal” no sufren por el toro viendo la película.
  • Hay un amigo mío que dice que no se puede ser buen torero sin tener cornadas. Ese torero ahora va con una chica mucho más joven que él.”

El coloquio con Albert Serra dejó una sensación palpable en la sala: una profunda curiosidad y ansias por ver Tardes de Soledad. Tras haber quedado absorbidos por el magnetismo del director, el público salió con la impresión de haber presenciado unas de las mejores conferencias taurinas que se recuerdan. La promesa de una obra tan audaz y honesta se convirtió en una invitación irresistible a descubrir lo que nos tiene preparado en la pantalla grande.

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