Ayer, en la Peña Taurina El Prat, se llevó a cabo un coloquio sobre el tercio de varas que reunió a aficionados y profesionales del mundo taurino. Para la ocasión, se contó con la presencia del picador de toros Juan Manuel Sangüesa, quien estuvo acompañado por el novillero Mario Vilau. La charla fue moderada por el aficionado Gerard Mas, quien guió la conversación a través de diversos aspectos históricos y técnicos del tercio de varas en la tauromaquia.
Después de una parte más didáctica donde explicó cómo ejecutar la suerte, la importancia de los terrenos o los comportamientos de los toros, Sangüesa compartió sus impresiones más personales. El picador navarro, habitual en el circuito torista, al ir en la cuadrilla de Gómez del Pilar, aprovechó para comentar que los premios económicos que se otorgan al mejor picador del festejo no son su principal motivación para hacer bien su labor. “Trabajamos para hacer las cosas lo mejor posible para el matador, nunca pensamos en el premio”, explicó. También opinió, que no es el picador quien tiene que medir el castigo sino el matador ya que “él sabe cómo se siente ese día y las ganas que tiene de apostar”.
Sangüesa recordó una situación vivida el año pasado, cuando el matador Gómez del Pilar rechazó un contrato debido a que la comisión de aficionados organizadora de la feria le exigía que ninguno de sus dos picadores habituales actuara en la corrida. Al varilarguero no le parecen correctas este tipo de peticiones, tan habituales en este circuito, ya que el matador debe poder elegir a los hombres que más confianza le den para hacer frente a los toros.
En cuanto a su visión sobre las cuadras de caballos, Sangüesa afirmó que la mejor cuadra en España es la de Equigarce, mientras que en Francia destacó la cuadra de Bonijol. Aseguró también que es partidario de reducir el peso del caballo para que sean más agiles y poderlos mover mejor. Además, habló sobre su preferencia por la puya francesa, mencionando que en lugares como Ceret, los picadores se niegan a usar el regatón porque este no tiene el agarre necesario, prefiriendo usar en su lugar la puya de tientas. Sin embargo, se mostró contrario a la nueva puya propuesta por Sales, con una pirámide de cuatro caras con la que el toro sangra menos. Al picador no le da muy buena impresión que Morante la use en corridas en Andalucía, pero no lo haga en Madrid, dando a entender que la puya de Sales no es lo suficientemente efectiva con el toro con poder.
Sorprendió a la audiencia cuando explicó que “la ganadería que más me gusta picar es Victoriano del Río, ya que me exige la mejor versión de mí”. También tuvo palabras de admiración para la ganadería de Pedraza de Yeltes, por la “arrancada tan espectacular” de sus toros y por Baltasar Ibán. Por otro lado, el picador señaló que la ganadería de Dolores Aguirre es la que menos le gusta, debido a la incertidumbre que genera el comportamiento impredecible de los animales.
Para acabar, Sangüesa relató una experiencia vivida en Valencia al final de la temporada pasada, donde le impusieron una multa por pisar la raya y por taparle la salida al novillo. “La multa nunca puede superar los honorarios de la plaza, pero cerca están. Digamos que si el sueldo de Valencia son unos 800€, la multa sería de unos 750€. Y va por Hacienda, igual que las multas de tráfico.” comentó con resignación.
Por su parte, Mario Vilau, también tuvo espacio para compartir su perspectiva. Recordó una anécdota de un tentadero en Mallorca, donde un novillo muy complicado exigió una actuación muy medida en el tercio de varas. Según Mario, a los toros difíciles “hay que picarlos poco para evitar quitarles las inercias y que se compliquen aún más.”
Al finalizar el coloquio se otorgó el premio Miguel Valenzuela “Viruta” a Juan Manuel Sangüesa.