Una de las partes que confieren una especial idiosincracia al edificio taurino son los remates cerámicos ovalados con azulejos que lo coronan. Son los conocidos “huevos de Pascua” que le otorgan al centenario coso un cierto aire daliniano.
Una de las partes que confieren una especial idiosincracia al edificio taurino son los remates cerámicos ovalados con azulejos que lo coronan. Son los conocidos “huevos de Pascua” que le otorgan al centenario coso un cierto aire daliniano.