Un primer amor llamado ADAC

A tu primer amor le perdonas todo y siempre lo querrás. Es lo que nos pasa a los aficionados con la ADAC. Aunque nos defraude, al año siguiente volvemos y la seguimos queriendo.

Pero no por ello la ADAC no debe recapacitar. Es más, debe hacerlo y mucho. Para algunos esto sonará a criticar por criticar, pero la realidad es que es una crítica constructiva.

Difunden el mensaje de la integridad, del toro toro, del toro de Ceret, pero luego permiten que salgan al ruedo toros indignos no solo para Ceret hasta para cualquier plaza de segunda categoría. Lo vivido el sábado con los toros de Juan Luis Fraile es para que algún miembro de la ADAC salga a pedir perdón, reconozcan su error y quizás miren quien va al campo con ellos a seleccionar los astados a lidiar. Además de no tener trapío suficiente, saltó al ruedo un toro con una cornada. Hace unas temporadas, en el 30 aniversario de la ADAC, varios toros de Miura tampoco tendrían que haberse lidiado por presentar unas defensas tan astilladas.

En el coso de Ceret es cada vez más habitual escuchar una voz que sale del callejón dando órdenes a los profesionales. Da igual sea un novillero o un matador con más de 15 años de alternativa o seas el tercero o el varilargero. Toda la feria escuchando las órdenes del veedor de la ADAC, Juan Carlos Carreño, dando consejos. Deberían prohibírselo, que sean los de luces los que piensen o lo haga su entorno. Un hombre que ya dejó en mal lugar a la ADAC en el año 2014 cuando dijo que para la siguiente temporada no había novilladas en el campo para Ceret y fueron muchos los ganaderos que enseñaron fotos de lo que tenían sin vender. 

Deben reflexionar a la hora de hacer los carteles, no debe ser fácil confeccionar la feria de Ceret. Todo el mundo sabe qué tipo de toro salta a ese ruedo, pero no pueden ser combinaciones tan repetitivas como las de los últimos años. Y peor justificarse que en Las Ventas sucede lo mismo, cuando hay un gran cantidad de toreros que se han quedado fuera de San Isidro y podían ir a Ceret.

La suerte de varas es lo más importante, la cuidan y veneran como nadie. Pero en el programa de mano con los datos de los toros ya podían añadir el nombre de los picadores, es verdad que lo indican en la tablilla de los datos del toro. No resta que se quede reflejado en un papel.

Es habitual ver algún toro despuntarse al rematar en el burladero. Colocan una chapa entera en lugar de varias tablas por lo que los toros no pueden moverla y se parten el pitón. Con el enfado del público y tener que ver el pañuelo verde.

Hablando de sobreros aunque no sea obligatorio sería otro buen detalle anunciar los dos sobreros en el programa de mano. 

Ceret es una plaza diferente, tanto que los rascladors van vestidos a la catalana. Tradicionalmente eran los encargados de sacar al triunfador a hombros, pero este año ninguno se quedó. Feo detalle de los rascladores que debe tener en cuenta la ADAC.

Pero con todo esto, al primer amor siempre lo querrás y allí volveremos el próximo julio.

4 comentarios en “Un primer amor llamado ADAC

  1. ¿Os creeis que los de la ADAC son tontos? Hasta lo que yo sé, Carreño es un empleado de la ADAC y se hace lo que la ADAC quiere (y se lidia las ganaderías que la ADAC decide).

    Por cierto. Justicia es ser estricto con el fuerte y comprensivo con el débil. Mateo 3-27.

  2. Parece mentira que la ADAC se siga dejando engañar por ese personaje nefasto que es Carreño. ¿Cuándo se darán cuenta?

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