Recordando a José Salazar, el torero de Cantallops

Hace unos días, falleció José Salazar, el torero que, aunque nacido en Córdoba, era considerado figuerense habida cuenta que, desde los 13 años, se instaló en la capital ampurdanesa y Cantallops. De hecho él se consideraba más catalán que andaluz ya que decía que aquí, en su segunda patria, había crecido y vivido prácticamente toda su vida.

No se trata de hacer aquí, un repaso a su dilatada trayectoria como torero, ya que el buen amigo Raúl Felices hizo un estupendo artículo glosando su figura y los ejes fundamentales de su carrera. Se trata, entonces, de evocar la importancia de su figura como torero en Figueres y en la provincia gerundense. Salazar gozó, desde su llegada a tierras ampurdanesas, del influyente apoyo del empresario figuerense Mario Gelart quien le puso en un buen número de festejos en Figueres. De hecho, quizás, sin el apoyo de Gelart, no hubiese sido torero ya que fue éste quien encauzó su carrera y le recomendó, antes de ponerlo por primera vez en la parte sería de El Empastre, que se trasladara a la finca de Enrique Pérez de la Concha para entrenar y formarse como torero.

Su carrera fue seguida con ilusión por los aficionados gerundenses que disfrutaron de su debut en Figueres, en 1969, y de su exitosa presentación en Girona, en 1971. Sus actuaciones eran reseñadas en el diario Los Sitios de Gerona gracias a la pluma del recordado amigo Pere Joan Palahí que le seguía en todas sus comparecencias y daba cuenta, inclusive, de su participación en otras plazas de fuera del circuito provincial como Barcelona, Madrid, Peñaranda, Azpeitia, Tolosa… Salazar encontró en la provincia gerundense el gran cariño de los aficionados. Un cariño que se mantuvo en el tiempo, aún después de su retirada y que llevó además, a la creación de una entusiasta peña taurina en la Junquera que llevaba su nombre.

Salazar fue uno de los nombres propios de esa Costa Brava taurina de los años setenta y ochenta. Un nombre propio que llegó a despertar la atención del mismo Paco Camino que, tras verle torear en la finca “Hacienda don José” donde pastaban los míticos “Santacolomas”, le invitó a torear a su finca hasta en tres ocasiones.

Salazar, “el torero de Cantallops” como así le decían sus amigos del pueblo, aunque se casó con una joven de La Junquera, Maria Dolors Bosch Planas, siempre decía que tenía tres novias: el capote, la muleta y el estoque.

¡Descanse en paz el buen amigo Pepe!

Foto: Pablito