El pasado 26 de septiembre falleció el matador de toros valenciano Ricardo de Fabra. A los 78 años, el torero de Alcàsser, nos dejó tras no poder superar una enfermedad. Si bien tuvo una trayectoria con sensibles altibajos, siempre destacó por su pundonor y valentía. De Fabra protagonizó excelentes tardes en los ruedos de España y México y ya de novillero despertó el interés de los aficionados.
Ricardo de Fabra fue un torero muy querido y respetado por la afición gerundense. Gozó de un gran cartel en la plaza de toros de Girona donde llegó a torear dos novilladas sin picadores y un total de ocho corridas de toros.
Se presentó como novillero sin caballos ,el 20 de junio de 1965, con Herminio Giménez “Chaca” y Sebastián Martín “El Chani”. En este festejo, cortó tres orejas y un rabo y repitió actuación el 12 de septiembre del mismo año, resultando también orejeado por su acertada intervención. El 27 de julio de 1969 se presentó en Girona como espada alternativado, alternando con el rejoneador Rafael Peralta y Gregorio Tébar “El Inclusero”. Los difíciles toros de Javier Solís imposibilitaron el lucimiento del torero valenciano. Volvió a Girona, el 1 de agosto de 1971 y , aunque no le acompañó del todo la suerte, consiguió dar hasta tres vueltas al ruedo tras pasaportar los toros de Castraz de Yeltes que le correspondieron en suerte. El 9 de julio de 1972 consiguió un importante triunfo con los toros de los señores Ramos Matías hermanos. Cortó un apéndice de su primero y desorejó a su segundo después de hilvanar una faena en la que destacaron los naturales y los adornos finales a base de vibrantes giraldillas. Volvió por sus fueros a Girona, el 6 de agosto del mismo año, y cortó otras tres orejas a los astados charros del Puerto de San Lorenzo. El 18 de agosto, acartelado nuevamente con toros de El Puerto de San Lorenzo, consiguió dar una vuelta al aro en su primero y se descompuso con la espada en su segundo. El 8 de julio de 1973 regresó nuevamente a la palestra de la Devesa y cortó tres orejófilos trofeos a los serios toros zamoranos del Marqués de Villagodio, a base de abnegada voluntad y valor. El 19 de agosto del siguiente año participa sin suerte en la tradicional corrida de toros Goyesca, alternando con el matador Antonio Porras y el caballero Curro Bedoya. La última corrida que toreó en la plaza capitalina fue el 25 de agosto de 1974, siendo silenciada su tarea en el primero y aplaudido por su voluntad e interés en el segundo de su lote.
De Fabra estuvo siempre muy agradecido al gran trato que recibió, desde su época de becerrista, por parte de la afición gerundense. El propio torero decía que era una plaza a la que acudía siempre con mucha ilusión. Descanse en paz el admirado torero valenciano.