6 años de resistencia

Después de seis largos años sin toros en Barcelona, ayer, 20 de octubre de 2016, Catalunya volvió a ser libre. Ayer, por fin, finalizó una etapa llena oscuridad y de soledad a la que nos condenó el Parlament aquel 28 de julio 2010 y que parecía que nunca llegaría a su fin. Aunque no han sido tiempos fáciles ni agradables los que hemos tenido que aguantar, ahora, con la ansiada victoria, no es momento de mirar atrás con tristeza ni rencor. Después de mucho tiempo, demasiado, volvemos a ser libres, pero esto no es cosa de cuatro días.

La resistencia taurina en Catalunya empezó poco después de aquel lamentable 28J cuando un luchador incansable como lo fue Luis María Gibert ideó, planificó y hasta financió de su bolsillo una ILP que consiguió más de 600.000 firmas, 150.000 de ellas en Catalunya, y que finalmente sirvió para declarar la tauromaquia como patrimonio cultural en 2013.

La locura de Gibert, porque lo que hizo y como lo hizo fue de locos, contagió a la afición catalana, que se volcó en la recogida de firmas. Ese espíritu de resistencia y militancia se acrecentó con el tiempo y no paró hasta ayer a las 20:30 horas en La Monumental . Citados en la puerta grande de nuestra plaza nos reunimos para celebrar (por primera vez en muchos años) y reivindicar (una vez más) lo que tanto tiempo habíamos estado reclamando. Detrás de la senyera a modo de pancarta que rezaba “Som lliures!! Toros sí!”, se agruparon aficionados de siempre, profesionales y aficionados jóvenes que pocas, o ninguna, corridas habían visto en La Monumental.

Contrariamente a lo que se presuponía con la prohibición, mucha juventud se involucró en la causa taurina catalana. Estos nuevos aficionados, quizá atraídos por el morbo de lo prohibido o por la voluntad de libertad y justicia se sumaron a los ya existentes. La prohibición nos puso a todos de acuerdo en que era el momento de militar y aquellos que antes no se involucraban en actos taurinos (conferencias, coloquios, presentaciones…) empezaron a hacerlo. Lejos de venirnos abajo, nos crecimos ante el castigo y conseguimos entre todos dotar a la tauromaquia en Catalunya de una imagen nueva, distinta a la que estábamos acostumbrados.

Esto lamentablemente no acaba aquí, pero esperamos que ahora Balañá y Matilla den un paso adelante, o dos, o los que hagan falta, y nos lo pongan más fácil para volver a La Monumental, a la que le decíamos “Aguanta, Monumental” para autoconvencernos que teníamos que hacer lo mismo. Ella y nosotros hemos resistido, por lo que, como dice Paco Píriz en el artículo anterior Nos vemos en La Monumental.

Con el permiso de José Tomás acabaré diciendo que vivir sin ver torear en La Monumental no es vivir.

A continuación adjuntamos un video con imágenes de los seis años de resistencia:

http://www.dailymotion.com/video/x4yfgsn_6-anos-de-resistencia-taurina_creation

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