La ADAC anunció sus ganaderías para la feria de 2025: un “sí, pero no”. Una vieja conocida, una diferente y una que repite sin haber lidiado aún una corrida en Céret. Por eso, ni Céret es ya Céret.
Vuelve Juan Luis Fraile a la feria torista, con la intención de borrar el mal recuerdo de 2019. Aquella corrida no debió lidiarse completa, e incluso algunos toros no debieron ni embarcar. Pero ya se sabe que los franceses castigan, aunque también perdonan. No todo son desgracias entre los Gracilianos, y aún recordamos aquel gran toro llamado Sortijero, de la magnífica corrida de 2018. No solo destacó ese toro, sino también la corrida en conjunto, como la lidiada en 2015. Quien ha seguido a los Miuras de Salamanca en los últimos años sabe que no están en su mejor momento, pero la esperanza nos lleva a confiar en que en Céret veremos una gran corrida, tanto en presentación como en juego. Sin embargo, para ser el gran toque torista, quizás se queda algo corto. Ya ni Céret es Céret.
Si Céret tiene su fama, es en parte por el exotismo y lo diferente. ¿Quién puede olvidar la feria de 2021? Reta, la novillada concurso —y qué concurso—, Raso de Portillo… Nadie. Por eso, quizás, todo lo exótico ahora parece insuficiente. Este año vendrá una novillada de Quintas, de encaste Martínez. Han lidiado algunos novillos en la Comunidad de Madrid en diferentes certámenes y en recortes. Hace unos años, todo el mundo taurino hablaba de ellos porque se decía que Morante iba a matar una corrida. Al final, lo que pasó fue que Morante compró unas vacas y las llevó a su finca. Quien quiera ver los Martínez, ya sabe dónde debe ir. Personalmente, me parece que el toque exótico y diferente queda algo corto para Céret. En cualquier otra plaza sería algo extraordinario, pero aquí se espera más. ¿Qué esperar en el ruedo? No lo sé. Y eso es Céret, pero debería serlo en todos los festejos, no solo en la novillada.
Cerrará la feria la ganadería de Sobral, que vuelve tras su debut el año pasado con una corrida más propia de Vic-Fezensac que de Céret. Ya conocemos la predilección de la ADAC por lo portugués: Vinhas, São Torcato, Palha, Pereira Palha, Irmãos Dias, Couto de Fornilhos… Y es precisamente en este amor donde deberían aprovechar para volver a lo exótico, especialmente con esas ganaderías que no pertenecen a asociaciones ganaderas y no pueden lidiar en España, pero sí en Francia. Si no tienen corrida completa, que traigan 3 y 3. No vale la excusa de los corrales, ya que hemos visto festejos de ese tipo, e incluso concursos. Lo de Sobral en esta feria queda algo corto como toque torista ceretano.
En resumen, sin ser un suspenso ganadero, tampoco llega al notable. Ya ni Céret es Céret. La ADAC debe volver a arriesgar y apostar por ganaderías exóticas y diferentes. De lo contrario, los fieles acabarán cansándose de ir hasta allí.
Al conocer la conocer la composición de ganaderías,momento esperado por mi,durante días,me quedé con un si pero no.
Los gracilianos ya tocaban,seguro que con buena presentación y salga un primo de sortijero.
La elección de la novillada,para los socios de ADAC,creo que es el momento más difícil.No encuentran utreros de su gusto y del nuestro,este año tendremos un encaste casi extinguido,que hemos visto en la copa chenel y no lo acabo de ver para Ceret.
La de Sobral repite,en 2024,estuvo aceptable,buena presentación y colorido,para repetirla creo que no,después de la corrida,en el hotel,pude hablar con la familia ganadera,muy afable.Pero sin querer hacer un chiste fácil…..para mí la de Sobral……sobra.
Muchos esperábamos a Dolores,parece que los problemas que existieran para que lidiarán el 2024,continúan en 2025.
“Vine admirando a Finito de Córdoba, me voy admirando a Juan Serrano Pineda” por Alberto Bravo