Segur de Calafell, una urbanización del municipio de Calafell (Tarragona), tuvo una pequeña plaza de toros en su Avenida España. Ahora, al Ayuntamiento de la localidad le toca pagar a los propietarios del terreno más de un millón y medio de euros.
La plaza de toros fue construida en la década de los 60, aprovechando el boom turístico. Unos terrenos que alcanzaban los 6.000 metros cuadrados. Esta extensión y su coqueto ruedo, abandonados a su suerte durante hace ya muchos años, fueron declarados por el Plan General de 1989 como de equipamiento pero sin especificar si era público o privado a pesar de que la propiedad era privada.
En 2011, antes de la aprobación del plan, el Ayuntamiento de Calafell fue demandado por los propietarios por esa falta de concreción, que impedía levantar una residencia de la tercera edad (un equipamiento privado). La compensación nunca existió. Finalmente, hubo una sentencia que dictó que los terrenos deben ser para equipamiento público y que debe hacerse una expropiación con la correspondiente indemnización a los propietarios. Y aunque la sentencia fue dictada hace dos años, será ahora cuando el actual equipo de gobierno del consistorio deberá hacer frente a dicha compensación: más de un millón y medio de euros
De la historia de la plaza de toros de Segur de Calafell no hemos podido obtener demasiados datos. Ubicada en la isla que delimitan las calles Brasil, Pinar y Sant Rafael, con escaso aforo, sirvió como centro de preparación de Manuel y Curro Bedoya. Los hermanos rejoneadores, además, crearon allí una pequeña escuela de rejoneo. Además, en la ya desaparecida plaza, se dieron diferentes festejos menores, como novilladas y espectáculos cómicos.
En el siguiente vídeo, se pueden ver algunas imágenes de la plaza, tanto en su esplendor como en su más profundo ostracismo y deterioro. Una historia que finaliza con un alto coste para el consistorio de Segur de Calafell.