La plaza de toros de Vinaroz volvió a acoger una novillada sin caballos, la segunda de esta temporada. En abril los novilleros de la Escuela Taurina de Cataluña protagonizaron una tarde triunfal, saliendo a hombros Alba Caro y Mario Vilau.
El mismo Vilau repitió ayer y volvió a abandonar el coso a hombros tras desorejar a su novillo de Martín Campos. El barcelonés entendió a la perfección a su oponente, le bajó la mano, lo toreó largo y templado por ambos pitones. Mató de una estocada al encuentro.
Tomás González estuvo muy voluntarioso con un novillo de Buenaventura que no lo puso fácil. El de Alcorisa logró sacar algún muletazo estimable con la mano izquierda.
El mallorquín Antonio Fluxá se las vio con un noble novillo de Flores Albarrán. En la larga faena que elaboró pudo mostrar sus ganas, aunque no fueran siempre acompañadas de acierto. Fue ovacionado a la muerte del novillo.
José Almagro con su buena actitud habitual puso banderillas y dejó patente sus ganas de agradar en todo momento. El de Burriana mató de una estocada efectiva al buen novillo de Sorando y fue premiado con una oreja.
En último lugar, debutó Iker de Virgilio. El joven novillero local se fue a la puerta de chiqueros a recibir al astado de Palancares al que le recetó también varios faroles de rodillas. Iker sufrió una fuerte voltereta y tuvo que ser trasladado a la enfermería. Fluxá pasaportó al novillo.
Foto: Frederico Henriques