Aniversario de alternativa de Melchor Delmonte, el primer matador de toros mallorquín

Coincidiendo con el aniversario de alternativa este 03 de julio del que fuera el primer matador de toros mallorquín, Melchor Delmonte, el Capítulo Balear de la Fundación del Toro de Lidia, de la mano de su Vocal de Comunicación, Ignacio Antonio Sáez, recuerda y homenajea al torero mallorquín.

Publicamos el siguiente artículo conmemorativo extraído de la biografía de Delmonte haciendo constar la autoría del mismo al propio Ignacio Antonio.

Regionalismo taurino

La Fiesta Brava. Barcelona. 16/10/1931.

Si en todas las regiones de España hubiese tan solo un informador taurino se sabría que además de los muchos lidiadores nacidos en Sevilla, Madrid, Córdoba y Valencia, también ha habido algunos diestros de otras regiones españolas en las cuales el ambiente no es nada favorable para dar protección a los que pretendieron o pretenden dedicarse a las lides taurinas. Por esto parece más meritorio que llegaran a tomar la alternativa novilleros tan aventajados como el gallego Celita, el asturiano Casielles, los extremeños Angelete y Gallito de Zafra, los catalanes Ventoldrá y Gil Tovar, si bien a mediados del siglo pasado, hubo otro catalán apodado “Peroy” que llegó a tomar la alternativa; el navanro Saturio Torón y tantos otros, como vascos, aragoneses y murcianos, sin contar un sinfín de novilleros, picadores y banderilleros de las mencionadas regiones, algunos de los cuales, lograron justo renombre. Mallorca parece que quiere ocupar un puesto entre las regiones productoras de “tauromaquia”. Hasta hace poco, los aficionados que gustamos de enterarnos tanto del pasado como del presente, sólo recordábamos a modestos lidiadores mallorquines como Jaime Bosch “Palmita”, Jaime Ciar “Moreno”, Antonio Estarás “Cocinero”, Nortillo, especialista del “salto de la garrocha” cuya arriesgada suerte puede considerarse desaparecida de los ruedos. También hubo un modesto picador menorquín llamado Guillermo Carreras “Roncalé”. Del pasado no recuerdo a ninguno más. Mallorca continuó adormecida en su aspecto toreril y sin representación taurina hasta que apareció en los ruedos de las plazas de la región catalana y del mediodía de Francia, el isleño Melchor Delmonte, digno de mejor suerte, ya que a pesar de haber alternado con los principales novilleros en las plazas más importantes de España y ser un novillero valiente y completo no haya logrado tomar la soñada alternativa. Actualmente son varios los aspirantes mallorquines que luchan para abrirse paso, mereciendo especial mención Quinito Caldentey, Eduardo Víctor, Jaime Pericas y Bartolomé Solá entre otros. Además de las corridas y novilladas que se celebran en las plazas de Palma e Inca, se han celebrado novilladas económicas en Manacor, Felanitx, Alaró, Muro, Alcudia y Pollensa según datos que tengo a la vista. De todas maneras el radio de acción de los aspirantes mallorquines es muy reducido y por lo tanto precisa salir de la isla, ya que nadie es profeta en su tierra y poder regresar a ella con los lauros conquistados en otras regiones. El regionalismo taurino no es separatista. La tauromaquia no tiene fronteras. Así deberíamos pensar todos los ciudadanos de España y del extranjero.

En la temporada de 1932 toreó dos novilladas y Domingo Ortega encabezaba el escalafón de corridas toreadas en ese año. El 24 de enero se celebró un banquete con unos cien comensales en el Gran Hotel para homenajear a Jaimito Pericás. Jaimito ocupó la presidencia y le acompañaron la mesa su padre Marino y Melchor Delmonte. Entre los comensales figuraba una comisión del Club Delmonte y otra del Círculo Taurino Joaquín Caldentey. El menú fue servido con la exquisitez característica del Gran Hotel y a la hora de los brindis y después de ser obsequiado el homenajeado con un ramo de flores. El día 5 de abril de 1932 en Lisboa con novillos de Coimbra y con Alé y Simao da Veiga, Delmonte ingresó con una cornada superficial en el riñón que lo tuvo postrado seis días. En el año treinta y dos tomaron la alternativa los siguientes diestros: Alfredo Corrochano en Castellón, Luis Gómez El Estudiante en Valencia, Chiquito de la Audiencia en Ciudad Real, Antonio García Maravilla en Santander, Luciano Contreras en Cuenca, Feliz Rodríguez II en Zamora y José Gallardo en Barcelona. La lista es también corta de los novilleros que tomaron la alternativa con Miuras. Estos fueron Villaverde en 1864, José Negrón en 1872, Jarana en 1890, Padilla en 1897, Moreno de Alcalá en 1907, Calerito en 1910, Noain en 1931 en Bilbao y Carnicerito de Méjico junto con Delmonte en 1932. El 8 de mayo, toreó en Palma seis novillos de Villamarta para Quinito y Eduardo Víctor. Tomó  la alternativa el domingo 3 de julio de 1932 en Palma con el toro Prendero, herrado con el 101 de la corrida de Miura y que fue cedido por Luis Fuentes Bejarano. La plaza estaba a la mitad, Delmonte lancea y se oyen las primeras palmas. Cuatro varas toma el Miura. Bejarano y Martínez son ovacionados en el quite y Delmonte no puede lucirse porque el toro sale suelto en la primera y en la última vara. Fuentes Bejarano entrega a Delmonte los trastos de matar y éste –de esmeralda y oro- se va al toro, que se muestra quedado. Ante el comportamiento reservón del animal, empieza la faena con un molinete y otro ante el tercio del 3 y previos unos cuantos pases  Delmonte decidió abreviar y realizar una corta faena de muleta. Al entrar a matar en la suerte contraria, prendió media estocada cuando el toro lo cogió y derribó provocándole una fuerte conmoción cerebral. Tuvo que finalizar la faena Fuentes Bejarano, que también se encargó del sexto que le hubiese correspondido a Delmonte. Desde el día de su alternativa, no volvió a vestirse de torero. Llegó a participar posteriormente en algunos festivales benéficos, como el celebrado el veintisiete de agosto de 1934 en Palma a beneficio de las familias de los obreros metalúrgicos.

Inmerso en un profundo y reverente silencio, tras la puerta de cuadrillas del Coliseo entreveía Delmonte  las sombras tensas y expectantes que llenaban el tendido bajo y la barrera del uno. Su afición llevaba esperando aquella tarde desde hacía mucho tiempo. Algunos incluso, como D. Arturo Forteza Muntaner o D. Bartolomé Pons Bennasar, desde el ya lejano año de 1925 cuando fundaron su peña taurina en Barcelona en los bajos de la plaza Blasco de Garay, 13, en honor al aquel entonces joven novillero mallorquín que despuntaba por su arrojo ante toros complicados y alimañas.

*Melchor Delmonte falleció en Palma de Mallorca el 23 de agosto de 1970

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los términos de servicio de Google.