El pasado sábado 3 de septiembre de 2022 se celebró en la localidad francesa de Amélie – Els Banys el Festibanyes, un variopinto festejo popular que esta vez contó, además,con la actuación de los alumnos de la Escuela Taurina de Cataluña. La organización y realización de este eventotaurino de la Catalunya Nord se la debemos a la Association Culturelle Turine Afició Catalana, a la cual aprovechamos para felicitar desde estas líneas por su sensibilidad, buen hacer y apoyo incondicional al toreo de la Cataluña que se extiende al sur de los Pirineos. Triste es reconocer que, en los últimos años y especialmente a raíz de la inconstitucional y suspendida prohibición de las corridas de toros en nuestra casa, a los alumnos de la Escuela se les ha dado más oportunidades en Francia que aquí. Exceptuando, eso sí, meritorias y voluntariosasiniciativas como las que han hecho posible que este verano, en poblaciones de las Terres de l’Ebre como Masdenverge y Alfara de Carles, hayamos podido volver a disfrutar del toreo en Cataluña con las actuaciones de Mario Vilau, Hugo Casado y Alba Caro.
Volviendo al Festibanyes, tras un singular paseíllo con baile popular incluido -como marca la tradición de este festival-, Mario Vilau fue el primero en soltar los nervios y abrirse con el capote. Recibió a su novillo, de la ganadería zaragozana Hermanos Ozcoz y Gracia, con dos faroles de rodillas que provocaron los aplausos del público nada más iniciar su actuación. El eral, gacho de pitones pero con buena presencia, se desplazó con movilidad y permitió a Mario abrirse a la verónica y mostrar su buen y variado dominio capotero en ramilletes de chicuelinas rematadas con la media y la revolera. Tras el recibo con el percal, tomó la muleta para ponerse delante con gran aplomo y finas maneras. Llevó al novillo largo y por abajo en varias tandas de toreo en redondo, especialmente rotundas por la derecha, que fueron rematadas con el de pecho. Con la izquierda también dejó buenos naturales. Aunque cuando tomó la franela con la zurda el novillo ya acusaba la larga duración de la faena y empezó a protestar y a pegar tornillazos. De este modo, tras rematar el trasteo con algún susto que otro por la brusquedad que empezaba a desarrollar el cornúpeta, simuló la suerte suprema y recibió una cerrada y sincera ovación del público, que se prolongó en la vuelta al ruedo.
Hugo Casado actuó en segundo lugar. Tras la tensa espera mientras los recortadores y la cuadrilla de aficionados locales ocupaba el ruedo y los diez desesperantes minutos de la media parte. Al fin, pudo romper el hielo con el novillo que le tocó en suerte. También de Hmnos. Ozcoz, como todos los animales que pisaron el ruedo aquella tarde, éste no tuvo las bondades del anterior. Ya de salida mostró su temperamento defensivo y reservón. Tras un par de bellos lances estirándose a la verónica, el novillo se le coló por dentro y le pegó una voltereta que obligó a los maestros y compañeros a salir al quite. Repuesto del percance, Hugo tomó la muleta y se fue con decisión a la cara del animal. Había que dejársela muy puesta para ligar, jugando con las querencias. Y Hugo lo supo ver. Gracias a su buen hacer, echándole los vuelos al hocico, embebió al novillo en las telas. Corrió la mano con temple y firmeza. Logrando varias tandas rotundas de mano baja, profundidad y hondura. Casado dejó sobre la arena de Amélie un puñado de naturales de gran belleza y plasticidad. Con muy buen trazo y expresión. Transmitiendo y llegando a los tendidos. Cuando el animal empezó a rajarse, simuló la suerte de matar, recompensando el público a Hugo con una sentida ovación y fuertes aplausos durante la vuelta al ruedo.
A pesar de que en un principio en el cartel del Festibanyessolo figuraban los nombres de Mario Vilau y Hugo Casado, tras la lidia del segundo novillo por Casado también se le dio sitio a la alumna Alba Caro. Gracias al buen trato que recibió en la muleta, el escaso buen fondo que podía tener el animal salió a relucir. De este modo, aunque ya aquerenciado cerca de las tablas, Alba pudo sentirse en tres o cuatro tandas de derechazos y naturales, alternando con ambas manos y rematando con el de pecho. Muy buena colocación y firmeza la de esta joven alumnaque en breves debutará de luces en una sin caballos. Así, tras esta última actuación, los tres novilleros volvieron a salir a los medios para saludar una cariñosa ovación y dieron la vuelta al ruedo ante los olés y felicitaciones de los asistentes.
Tras la segunda actuación de los recortadores, se llevó a cabo un curioso número de toreo cómico a cargo de la cuadrilla local de la asociación Afició Catalana. En esta curiosa charlotada, los miembros de esta asociación saltaron al ruedo disfrazados con estrafalarios atuendos. Durante su actuación, alternaron mantazos con el capote, recortes, saltos, intentaron ponerle un sombrero a la vaca, se columpiaron con el balancín, la burlaron en el cajón e incluso resucitaron la olvidada suerte del Don Tancredo, consistente en quedarse totalmente quieto ante el animal para intentar pasar desapercibido y que éste no le embista a uno.
De este modo concluía el Festibanyes 2022, que felizmente pudo celebrarse tras dos años de parón por la pandemia. En conclusión, en la Escuela Taurina de Cataluña hay tres buenos motivos para ilusionarse: Mario Vilau, Hugo Casado y Alba Caro. La evolución de estos chavales es impresionante, teniendo en cuenta que hace apenas un año ni siquiera sabían coger una muleta. Están mostrando seriedad, compromiso y querer. Y los maestros y la dirección de la Escuela están haciendo una magnífica labor por acompañarlos en el duro camino de intentar llegar a ser toreros. Ojalá y tengan suerte. Se lo merecen. Y la Cataluña taurina también. Su éxito será el de todos.
Texto y fotografías: Alejandro Fernández Ortiz