Desde hace más de 15 años, la comunidad de monjas clarisas que viven en el convento de Santa Clara de Balaguer dedican parte de su jornada a elaborar algunas piezas para los trajes de luces de los toreros, como los alamares de las chaquetillas u otros elementos de las taleguillas.
Todo empezó cuando sor Maria Victoria, buscando trabajos para realizar, se encontró con un joven que llevaba una montera. A partir de ahí, buscó sastres taurinos que pudieran darle faena a ella y sus hermanas. En la actualidad, las nueve monjas trabajan para el taller de la Maestra Nati, reciente ganadora de la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, y para su hijo Enrique Vera. Los sastres están encantados con la colaboración de las monjas y aseguran que a los matadores creyentes les tranquiliza mucho saber que estos trajes están hechos con manos más cercanas a la fe.
Esta actividad representa un medio económico para mantener el sitio en el que viven y les permite mantenerse activas y creativas sin dejar de lado la vida contemplativa. El trabajo en equipo y manual requiere una gran coordinación entre todas ellas para entender las necesidades de cada hermana. Además, tuvieron que familiarizarse con el vocabulario taurino para entender los pedidos y algunas de ellas aprender a coser desde cero.
Foto: Maite Monné