El novillero francés afincado en Barcelona Maxime Solera ha hecho llegar a los medios un comunicado donde anuncia el fin de su temporada.
COMUNICADO:
Me gustaría aprovechar estas líneas para comunicaros la difícil decisión de poner punto y final a mi temporada por culpa de la fuerte lesión que llevo arrastrando durante varios meses.
En primer lugar quiero agradecer a todas las empresas, comisiones, asociaciones, clubs taurinos y ayuntamientos que han contado conmigo para esta temporada de 2018, también a mi cuadrilla y toda la gente presente en cada momentos difíciles de esta temporada.
Ha sido una temporada muy dura marcada por mis lesiones sufridas.
Al final del mes de febrero mientras mataba un toro a puerta cerrada, este último me dejó cuatro meses sin poder torear por una fractura de la meseta tibial y un hematoma óseo de la pierna izquierda.
Muy a mi pesar y por no alcanzar unas condiciones físicas mínimas, no pude hacer el paseíllo en Vergèze y Aire sur L’Adour.
Centrándome donde sí que he actuado me gustaría hacer un breve resumen de lo duro que ha sido para mi afrontar este año.
Mi primera novillada, tras medianamente recuperarme, fue en Boujan-sur-Libron en el mes de junio. Una fuerte voltereta en mi primer novillo de Hoyo de la Gitana me partió el menisco externo de la misma pierna izquierda y me infligió una fuerte desinserción muscular del gemelo derecho.
Al día siguiente, actué en la segunda de feria con la novillada de Raso de Portillo por compromiso moral conmigo mismo y con la afición y me enorgullece haber sido declarado triunfador de la feria al cortar dos orejas, antes de deber parar otras cinco semanas sin poder hacer el paseíllo en Ceret y Beaucaire.
Volví en Istres donde pude saborear las mieles ante una buena novillada de Cuillé, cortando 3 orejas y también alzándome como mejor novillero del festejo.
Más tarde llegó Roquefort donde pasé mi peor momento de dolor físico, ya que un novillo en Istres me había dado un golpe en la rodilla lesionada al entrar a matar sin muleta.
A pesar del dolor, no podía quitarme de la imponente novillada del Conde de la Maza ya que se podría interpretar como excusa para abandonar mi compromiso. El resultado no fue bueno y no estuve bien. Por eso me gustaría volver para quitarme esa espina.
Tras parar de nuevo tres semanas llegó septiembre con cuatro compromisos importantísimos con ganaderías muy exigentes en plazas de relevancia por su marcado acento torista. La primera de ellas fue Villaseca de la Sagra con una novillada de Dolores Aguirre que no me lo puso nada fácil.
Calasparra llegó al día siguiente siendo muy consciente de que el día anterior no había pasado nada relevante y salí a darlo todo.
Me encontré con un gran novillo de Prieto de la Cal con el que pude vaciarme plenamente y otro más complicado que me permitió demostrar otro repertorio y salir triunfante de una de las ferias de novilladas con mayor prestigio del mundo, llevándome por la misma ocasión el premio “a la mejor estocada” de la feria
Después llegaría Andorra ante una concurso de ganaderías. Aquí también tuve la suerte de encontrarme con un gran novillo de Flor de Jara y otro de El Añadío. Corté 4 orejas y pienso que mostré donde quiero llegar en la tauromaquia.
Al día siguiente vino Trillo ante otro desafío ganadero. Tres novillos de Casasola y tres de La Interrogación y también pude tocar pelo con este último.
Esta ha sido mi temporada, ha llegado el momento de poner fin para operarme del menisco y estar lo antes posible preparado para una bonita campaña mexicana que se presenta con mucha importancia para mí carrera.
En 2019 será otra temporada exigente e igual de intensa y espero que más extensa que la del presente 2018.
¡¡Un saludo a la afición y hasta pronto!!