La semana que viene, el Parlament de Catalunya decidirá si admite a tramite o no una proposición de ley para prohibir tres modalidades de correbous: los toros embolados, los toros de cuerda y los toros a la playa.
La iniciativa fue presentada conjuntamente por la CUP y En Comú Podem el pasado mes de abril con la intención de modificar la Ley 34/2010 de Regulación de las Fiestas Tradicionales con Toros para acabar con estas tres prácticas que según ellos son las más agresivas. La propuesta tiene el rechazo firme de Vox y PP, por lo que los principales grupos parlamentarios determinarán el futuro de la misma. Las entidades taurinas han pedido el voto a Ciudadanos, que de momento no parece posicionarse.
Ante tal ataque a la cultura taurina catalana, se reunieron ayer en acto unitario en Sant Carles de la Ràpita una treintena de alcaldes, los presidentes de los Consells Comarcals del Montsià, el Baix Ebre y la Terra Alta y también la Agrupació de Penyes i Comissions Taurines de les Terres de l’Ebre (APCTTE) para mostrar su malestar y anunciar las acciones que tomarán. La APCTTE comunicó que pedirá un informe al Consell de Garanties Estatutàries al considerar la iniciativa anticonstitucional. La entidad defiende que “el Parlament de Catalunya puede regular y modificar la normativa, pero en ningún caso tiene competencias para prohibir o eliminar ningún concepto relacionado con la fiesta de los toros”.