Nos lo han cambiado

Todo lo que esperabas encontrar de Montero, fue lo contrario a lo que se vio. Nos han cambiado al novillero que impresionó en Boujan, que debutó en Madrid y arrasó en Arnedo. Aquel novillero de arrojo, de valor de no dejarse nada para después desde el primer capotazo hasta la salida a hombros. Ese novillero no se vio en Ceret y ese fue el gran fracaso de Francisco Montero. Se puede estar o no estar a la altura, pero no se puede no ser uno mismo. Nos lo han cambiado y para mal.
Indicar que es fácil escribir ahora que no se debió anunciar esta encerrona, pero cuando se hizo oficial en su día nadie puso un pero. Nadie se imaginaba ese cambio a peor que podía sufrir Montero.
Abrió la mañana una sardina de Joaquín Moreno Silva. Indigno de Ceret y con menos fuerza que trapío. Tardó en asomar el pañuelo verde, y lo que se vio del novillito es todo lo contrario a lo esperado por un Saltillo, demasiada nobleza sin transmisión. El sobrero fue de Yonnet, que tomó tres puyazos siendo el tercero de una buena distancia. Su pitón bueno fue el derecho, aunque el izquierdo no lo quiso enseñar Montero. Demasiado derechazo sin transmitir nada, sin arriesgar, sin ser un novillero que quiere comerse el mundo.
En el segundo molestó, y mucho, el viento, aunque eso no puede ser una excusa. El de Concha y Sierra fue serio y recibió tres puyazos fuertes. Aún así llegó con poder y fuerza a la muleta de Montero que nunca mandó sobre él. Fue bravo, con recorrido y fijeza. Muchas dudas del torero, que nunca vio nada claro que sacar del novillo, que sin duda ganó la pelea.
El tercero con el hierro de Dolores Aguirre salió abanto de salida y Montero aprovechó para darle una larga cambiada, pensamos que íbamos a ver al Montero que nos ilusionó, pero ni siquiera fue capaz de pararlo y fijarlo. Dos puyazos fuertes sin emplearse y sin estar bien colocado, la lidia fue nefasta pero aún así el novillo no lo acusó. Inició la faena doblándose con él y fue de nuevo un quiero y no puedo. A pesar de flojear el novillo embistió con recorrido, teniendo el defecto de cabecear al finalizar el muletazo. Montero no se vio con la capacidad de sacar algo destacable entre tanto pase.
El cuarto fue el segundo novillo que se lidió de Yonnet, justito de presentación para Ceret, tomó dos puyazos con cierta alegría embistiendo al caballo sin empujar. Su mayor virtud fue su movilidad que le hacía pasar por los muletazos sin transmisión alguna. El trasteo de Montero se hizo largo y pesado con una cantidad de pases que no transmitieron nada. Al entrar a matar ya daba sensaciones de estar bajo mínimos física y psicológicamente.
El novillo de Barcial, ovacionado de salida, recibió cuatro varas saliendo suelto en la primera y tercera siendo la segunda la que más se empleó debajo del peto. En el último tercio humilló con nobleza y Montero no fue capaz en ningún momento de hacerle las cosas bien a la embistida al paso del novillo. Se perfiló a matar y se escucharon pitos. El novillero en un arrebato dio dos tandas de naturales de uno en uno, ayudados con la espada. Se dividió la plaza en los que aún tenían fe en que aquello remontara y los que ya lo daban todo por perdido. Se atascó con la espada, que había funcionado de manera eficaz durante la mañana. Se dividieron las opiniones en el tendido para valorar al novillero, pero hubo unanimidad en protestase la exagerada vuelta al ruedo con la que se premio al de Barcial.
En un arrebato de salvar la encerrona, Montero se fue a la puerta de chiqueros y con una portagayola recibió al novillo de Los Maños. Y otra larga cambiada y un conjunto de verónicas, que nos hizo recordar al Montero que nos ilusionó. Todo fue un espejismo. El novillo de Los Maños fue el más toreable y en ningún momento se tuvo la sensación de que aquello podía ir a más. Fue en el único novillo que Montero toreó al natural, así que pueden hacerse una idea del fracaso del novillero. De nuevo división de opiniones entre tanto trapazo.
Nos lo han cambiado y no para bien. Montero debe volver a ser el novillero que ilusionó.
Plaza de toros de Céret, Francia. Segunda de abono. Novillada con picadores matinal.
Seis novillos de Yonnet (1 bis), Concha y Sierra,  Dolores Aguirre,  Yonnet, Barcial y Los Maños.
FRANCISCO MONTERO (en solitario): Ovación; Silencio tras aviso; Silencio; Silencio tras aviso; división de opiniones tras aviso y división de opiniones
Saludó en el segundo Rafael González.
Mejor novillo del hierro de Barcial. Mejor Picador ‘Pérez’ que realizó la suerte al utrero de Concha y Sierra.
Foto: Philippe Gil Mir

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