Vicente Hong, el primer torero chino que debutó en Girona

Los 109 años de historia de la desaparecida plaza de toros de Girona, construida en el año 1897 por iniciativa de Llorenç Alcalde Corney e inaugurada con la estelar actuación de los matadores Luís Mazzantini y “Villita”, aglutina una gran cantidad de acontecimientos y anécdotas taurinas. Una de esas anécdotas es el debut del primer torero chino Vicente Hong que hizo su presentación en España, el 1 de junio de 1930, en la plaza de toros de Girona.

Vicente Hong, que en realidad se llamaba Hong ChiKeen, fue el primer torero chino de la historia y llegó a España durante el primer semestre del año 1930. De familia adinerada, nació en Sunwuy, en Cantón, el año 1984 y, desde muy joven, se trasladó a Méjico. En Méjico, la família Hong se instala en un hotel frecuentado por muchos toreros. Este hecho fue determinante para que Vicente se interesara por el mundo taurino y decidiera probar fortuna en las arenas de las principales plazas hispanoamericanas. La fuerte impresión que le produjo el entierro del torero Antonio Montes contribuyó, asimismo, a orientarle hacía la Fiesta.

De espíritu notablemente aventurero, había formado en las filas del conocido Pancho Villa y, más tarde, mandó a un ejército de 2000 chinos al ser nombrado comandante por el general Agustín Castro. Vicente Hong decidió abandonar, no obstante, la milícia para entregarse plenamente a su carrera como torero. Por su gran admiración hacia las corridas de toros, renunció a muchísimas cosas: a un sueldo de 4000 dólares mensuales y cinco coches por una representación de Tampico en la colonia china, rompió relaciones amorosas con diversas mujeres multimillonarias por ser éstas reacias a su afición, renunció a ocupar un alto cargo cuando estalló la revolución de su país,… Por tanto, Vicente Hong dejó muy claro que no quería ser torero por un tema de dinero.

Cuando llegó a España, con casi 40 años de edad, ya había toreado con cierta notoriedad en los ruedos de Venezuela, Lima, Colombia, Guadalajara, Caracas,…

DEBUT EN GIRONA

Cuando Vicente Hong llega a la frontera de Port-Bou para entrar en España, se encuentra con la desagradable sorpresa que, pese a tener la documentación en regla,no se le permite el ingreso al país por su condición de subdito chino. Después de las pertinentes reclamaciones a la policía y a la Delegación de su país, se resolvió el caso y pudo pisar territorio español.

Vicente Hong toreó su primera corrida española en la plaza de toros de Girona, el 1 de junio de 1930. Su segunda actuación fue en la “Monumental” de Barcelona, el dia 19 del mismo mes y en ésta escuchó los tres avisos al no poder dar cuenta de la res.

Su debut en la plaza de toros gerundense resultó mucho más brillante. En las páginas de la revista taurina de la época “La Fiesta Brava” reseñaban la actuación gerundense del chino de la siguiente manera:
“El domingo hizo su presentación en esta plaza el torero chino, lidiando ganado de procedencia desconocida. Los toros grandes y resabiados ofrecieron pocas ocasiones de lucimiento a los toreros (…) Vicente Hong, que hizo el paseo vistiendo lujosísimo traje al estilo de su país, demostró estar muy enterado del oficio toreando con gran soltura y sacando de los marranos un partido insospechado. Muy habilidoso con el capote y la muleta y decidido con la espada, su trabajo causó gratísima impresión en el público que le ovacionó repetidas veces. Su segundo enemigo, que dio claras muestras de estar chaqueteado, le atropelló al torear con el capote, resultando con un fuerte varetazo en la región torácica y contusiones en las manos”.

Vicente Hong, gran admirador del torero Juan Belmonte a quien había visto torear en Perú, llegó a torear unas 10 corridas en su gira por los ruedos españoles. El 9 de julio de 1931 triunfó en la antigua plaza de Madrid y el 7 de julio de 1033 se consagró en “Las Ventas” de Madrid con dos toros del hierro charro de Atanasio Fernández. Curiosamente, la última actuación de su carrera, que duró trece años, fue compartiendo cartel con el polifacético e inolvidable Mario Cabré.

La popularidad de Vicente Hong fue muy grande y la expectación para verle torear hizo agotar las entradas en muchas plazas donde se le acartelaba. Incluso se le dedicó una copla que decía : “El hijo del Sol Naciente venció en la fiesta taurina, por hoy no está mal Vicente y puede rodar la china” (R. Solís. Heraldo de Aragón, 21 de julio de 1930).

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