Tal y como publicó Diario de Mallorca el pasado 21 de febrero, la plaza de toros de Felanitx, contaría con una sociedad de inversores privados, dispuestos en la compra del edificio y darle otro uso, no taurino. La alcaldesa, Catalina Soler, que ese mismo día desmintió tajantemente la noticia avanzada en exclusiva por el periódico local, se vio obligada al día siguiente a reconocer su veracidad en programas de televisión y otros medios locales ante la presión de muchos felanitxers para que el edificio no se vendiera, lamentando algunos vecinos, su preocupación por haber consentido dejar abandonado un coso emblemático e histórico del municipio. Soler, además de no tener otra salida que la de reconocer que, efectivamente, existían unos posibles compradores, manifestó que, “como ellos mismos -refiriéndose a los diferentes gobiernos felanitxers – han dejado abandonada su plaza de toros, solicitaría un informe judicial para valorar la viabilidad de tumbar una de las principales cláusulas que hacen inviable la venta del coso taurino”. Y añadió que, para exigir la reversión de la plaza le supondría un litigio civil de entre diez a quince años. Resulta curioso que, durante un Pleno celebrado el 28 de diciembre de 2009, todos los partidos con representación en el Consistorio apoyaron la moción presentada por el Bloc, que proponía iniciar los trámites para recuperar el coso con la finalidad de que volviese a ser, de nuevo, un bien municipal. Dicha moción explicaba que el Consistorio «vendió la plaza con la condición de celebrar anualmente una corrida de toros», tal como consta en el acto del Pleno que aprobó la enajenación del coso taurino en 1960. Cabe recordar que, según declaraciones de la mismísima Soler, alcaldesa del municipio en 2008, tras localizar la primera escritura de compraventa, el alcalde Andreu Manresa que la vendió por primera vez a manos privadas en los años 70, incluyó dos cláusulas para su venta; que la plaza de toros debería ser siempre una plaza de toros y, la obligatoriedad del propietario de turno sea quien sea, de organizar una función taurina el día de San Agustín. En la escritura también queda claro que “si estas dos condiciones no se llevaran a cabo, la plaza revertiría automáticamente a la propiedad municipal”, según explicó Soler justo en ese 2008.
¿Qué extrañas circunstancias rodean este tema y qué ha sucedido para que, durante estos quince años, ni Catalina Soler, al frente del gobierno del PP, ni el resto de los gobiernos que le precedieron, exigiesen que se diera cumplimiento a la cláusula mencionada y haber conseguido que La Macarena fuese, a día de hoy, un bien municipal?
El pasado 28 de mayo se redactó un Decreto que recoge un extenso contenido, referente a la plaza de toros, a tratar en el Pleno del próximo 10 de junio. Entre los temas, destaca el informe jurídico elaborado el 26 de mayo por el letrado Antoni Bennassar Moyà. Dos de las tres opciones del letrado son las de iniciar un litigio para revertir la plaza al ayuntamiento y la otra, la de instar al propietario a que realice las obras de remodelación de la plaza para después exigirle a celebrar anualmente una novillada por San Agustín. Sin embargo, de manera sorprendente y extraña, Bennassar, recomienda directamente, y casi sin dejar opción de evaluar por parte del Consistorio, las otras dos opciones planteadas y aprobar la tercera opción que es la de que, por parte del Pleno del Ayuntamiento de Felanitx, se elimine la condición de realizar una función taurina anual. Concluyendo, en este punto concreto, acordar por parte del Consistorio la eliminación de la condición acordada en 1960 en cuanto a la obligatoriedad de celebrar un espectáculo taurino por San Agustín. Recomendación, que podría carecer de objetividad, y por la que es más que probable que se decantará tanto el partido encabezado por Catalina Soler, PP, y gran parte del resto de partidos de la oposición. Eliminación que tendría que llevarse a término mediante la única vía legal que sería la de elevar el tema a Pleno ya que el poder competente para eliminarla sería el Pleno del Ayuntamiento que fue quien la impuso en su momento. Un cúmulo de oscuras circunstancias hacen indicar que, Exclusivas Balañá, actual sociedad propietaria, al contar con unos posibles compradores, podría haber presionado al ayuntamiento para derogar la citada cláusula y poder vender el edificio por un supuesto precio de cuatrocientos mil euros. Así, el Ayuntamiento, al mismo tiempo, se estaría deshaciendo de un tema, el de la plaza de toros, que solo les acarrea problemas, evitándose tener que afrontar unos gastos necesarios para rehabilitar el edificio en el supuesto caso de que se hicieran con la plaza, algo sobradamente improbable ya que el ayuntamiento no contempla, de ninguna de las maneras, esta posibilidad. Decisión que choca con la opinión y el deseo de una gran parte de los vecinos de Felanitx. De esta manera, el Consistorio, con Catalina Soler al frente, y promotora principal de semejante dislate, daría vía libre para que la plaza se vendiese lo antes posible y deshacerse así, de una vez por todas de La Macarena. Si bien se trata de un edificio protegido por Patrimonio y catalogado como BIC, lo cual no permite su derrumbe ni modificar su estética, en el momento en que el día 10 de junio se aprobase en Pleno la eliminación de la cláusula mencionada, y se procediera posteriormente a su venta, sería complicado que nadie, ni siquiera el propio Ayuntamiento, controlase lo que los nuevos propietarios podrían ejecutar dentro del recinto por mucho que las presuntas pretensiones de Catalina Soler sean las de eludir responsabilidades, trasladando el tema a Patrimonio y BIC, en caso de que sucedieran ciertas irregularidades. También causa especial extrañeza que, tal y como señala el Decreto de Alcaldía del 31 de agosto de 2023, del Departamento de Urbanismo y Actividades del Expediente electrónico 2609/2023 sobre la Orden de ejecución urgente en la plaza de toros La Macarena, sobre los daños sufridos a causa de la tormenta que se produjo el día 27 de agosto de 2023, cayendo parte de la fachada y de la cubierta con grandes escombros sobre la vía pública quedando parte de la cubierta en equilibrio precario y con mucho peligro de caer sobre la vía pública, en el punto Cuarto de la Resolución del mencionado Decreto, se requería a Exclusivas Balañá, como propietario de la plaza de toros, para que en el plazo de dos meses, presentase al Ayuntamiento el proyecto técnico de restauración del inmueble para devolverlo a la configuración original. En el punto Quinto se advertía a la propiedad que, en caso de incumplir esta orden de ejecución urgente en los plazos fijados o la realización de tareas que no se ajusten a las sus determinaciones, el Ayuntamiento de Felanitx podría adoptar cualquiera de las medidas previstas en los artículos 123.2 o 132.1.e) iii) de la LUIB. Es decir, la expropiación forzosa. Ha pasado casi un año y, ambos hechos, los del punto Cuarto y Quinto, se han incumplido, lo cual hace indicar que podría tratarse de ciertos intereses por ambas partes, propietario y ayuntamiento, relacionados con esta futura eliminación de la cláusula para facilitar la venta de la plaza.
Desde la Federación Taurina Balear, su presidente, Juan Antonio Álvarez ha manifestado a VaDeBraus que el edificio, se encuentra catalogado en el Registro Patrimonial del municipio y que el coso tiene la calificación de “histórico” por parte del actual Reglamento Taurino y que, por lo tanto, es el propio Reglamento el que se debe adecuar en la medida de lo posible al coso ya que las plazas de toros están protegidas por la ley 18/2013 de Salvaguarda de la Tauromaquia como Patrimonio Cultural Inmaterial, y que toda Administración Pública tiene el deber de promocionar, conservar y preservar este Patrimonio, y no se puede excluir el uso original del edificio. Además, dicha Federación lamenta la desidia de los gobiernos que, durante estos quince años, han dejado perder un edificio histórico, emblemático, singular y querido por muchos felanitxers, añadiendo que, esperarán al próximo 10 de junio para ver el resultado de los acontecimientos y se plantean, conjuntamente con Tomeu Simonet, abogado de la Federación, valorar acciones legales contra el ayuntamiento por el incumplimiento a lo largo de estos tres lustros por no haber obligado a la actual propiedad a cumplir con la citada cláusula estipulada y por la desidia de no haber realizado los pertinentes trámites con el fin de conseguir que La Macarena fuese, a día de hoy, propiedad del pueblo de Felanitx. Además de considerarles los máximos responsables del precario y lamentable estado que presenta actualmente el coso taurino.