La plaza de toros de Alcúdia (Mallorca) no acoge espectáculos taurinos desde 2017.
Tras un parón por la ya parcialmente abolida ley autonómica denominada toros a la balear, sobrevino otro de obligado cumplimiento a causa de la pandemia. Luego, ya en noviembre de 2021, Bàrbara Rebassa, alcaldesa por aquel entonces de la ciudad alcudiense, manifestó que su plaza de toros no volvería a celebrar espectáculos taurinos y que su intención era la de convertir el coso en un espacio que albergase cualquier tipo de actividades a excepción de las taurinas y que, por lo tanto, la plaza no se va iba a sacar a licitación.
Rebassa declaró que contaba con un proyecto para convertir el inmueble en un centro de actividades para asociaciones y entidades culturales, dejando claro que no acogería acontecimientos relacionados con la tauromaquia.
Con todo ello, han pasado ya cinco años en los que el recinto taurino se encuentra inactivo y su interior presenta un lamentable estado de abandono.
Los hierbajos se están apoderando del piso del ruedo. Los tendidos y el muro que conforman el redondel presentan un horrible y preocupante estado de deterioro. Las dependencias de los corrales y chiqueros se han convertido en un auténtico vertedero de desechos y residuos varios que los hacen impracticables y carentes de salubridad. Un verdadero estercolero. Las puertas de acceso a taquillas, bar, enfermería y otras dependencias se encuentran destrozadas. Además, en el interior del desolladero se están acumulando colchones y somieres, entre otros desperdicios.
Las imágenes son la prueba de que ni Bàrbara Rebassa cumplió su palabra de convertir el inmueble en un centro de actividades para asociaciones y entidades culturales ni los actuales líderes políticos, con Domingo Bonnín a la cabeza, como alcalde, parece ser que tengan la mínima intención que les obliga, según la ley 16/1985, de 25 de junio del Patrimonio Histórico Español, a mantener en buen estado de conservación el coso por estar catalogado como tal al estar ubicado dentro de los muros de la fortificación Bastió de Sant Ferran y enclavado entre las murallas renacentistas que caracterizan y distinguen a la ciudad.
La plaza de toros de Alcúdia data del año 1892. Es la más antigua de la isla de Mallorca.Cabe recordar que, según la ley 18/2013, de 12 de noviembre, la tauromaquia, en su condición de patrimonio cultural, los poderes públicos deben garantizar su conservación y promover su enriquecimiento, de acuerdo con lo previsto en el artículo 46 de la Constitución.