Tarragona recuerda con nostalgia los años en los que su gran plaza de toros recibía a las más grandes figuras del toreo y lucha por mantener el recuerdo pese a las tramas políticas que acabaron con la Fiesta en la ciudad.
El Círculo Cultural Taurino de Tarragona es el garante de mantener y enriquecer un legado con el que demuestran que el aficionado taurino es el alma de la Fiesta.
Cómo cada año celebraron su jornada taurina con la entrega del Trofeo César Augusto al torero más destacado de la temporada y en esta ocasión fue galardonado Tomás Rufo tras su fulgurante llegada al escalafón superior con triunfos por toda la geografía taurina todo el año.
En un ambiente familiar, con un cariño único, estos aficionados tan necesarios agasajaron al diestro en un día inolvidable en el que los olés volvieron a sonar en Tarragona cuando Tomás cogió el capote y toreó de salón. Emoción y recuerdos pese al castigo de decisiones políticas que dejaron a esta afición sin toros en su preciosa plaza.
El torero agradeció al Círculo su afición y su misión cómo garantes de mantener un legado cultural único pese a que no es fácil ante los ataques.
Tomás Rufo añade su nombre a un palmarés en el que figuran diestros cómo El Juli, Palomo Linares, Manuel Caballero, Eduardo Miura, Victorino Martín…