Más que el que más

Han pasado varias semanas desde que Alejandro Talavante anunciara que dejaba de torear y la polémica surgida con su anterior apoderado, la Casa Matilla, pero a día de hoy el toreo continua su día a día en un invierno que debe ser vital para el futuro de la tauromaquia con la cantidad de frentes que hay abiertos y ¿quién se acuerda de Talavante?

Después de la tempestad siempre llega la calma. Están saliendo los carteles de la temporada americana y nadie echa de menos a Alejandro Talavante o dice qué feria menos rematada sin el extremeño. Y eso ocurrirá cuando salgan las ferias de Olivenza, Castellón y Fallas hasta Zaragoza. Alejandro Talavante es, o fue, un torero que ayudó a alimentar al sistema, a Matilla y sus socios. No dudó en ningún momento en dejar a sus apoderados independientes para irse con las casas grandes y no solo una vez sino varias. Ahora el sistema se lo ha comido y se lo volverá a comer si este invierno no plantea una temporada de independencia de verdad saliéndose del sota, caballo y rey.

Pero la Casa Matilla es más que un empresario-apoderado, es más que el que más. Todas o casi todas las ferias pasan por sus manos y nadie le planta cara. Matilla mete mucho miedo incluso más que el más y se deja ver como el empresario de la Plaza de Las Ventas realizó unas declaraciones para defenderlo, pero no hacen más que llamar tontos a la cara al aficionado. Si Matilla hizo que los dineros de Talavante o cualquier torero fueran mayores también lo serían los de sus honorarios, si Matilla es tan bueno, ¿cómo es que Simón Casas le pagó a Talavante lo mismo en Otoño que en San Isidro? E incluso con esas declaraciones que los toreros no generan lo que cobran se hace ver su pésima gestión como empresario.

Si Talavante no lo genera es que quizás el torero no se enfrente a lo que el público demanda. Que no es otra cosa que el toro íntegro que no se suele ver en muchas plazas de Matilla y sus socios. Matilla es más que el que más afeita, y no lo digo yo. Lo dice la prueba positiva que dieron los pitones de los toros de su ganadería en Granada. Pero Matilla es más listo que el que es más listo y por eso tiene tres o cuatro hierros para que pueda seguir lidiando sin problemas en Andalucía. Hierros con los que Talavante se anunciaba y ayudaba al sistema.

Talavante sin decir esta boca es mía en todo lo que ha salido o filtrado a la prensa, incluido sus honorarios, hay que tener una cosa muy en cuenta. Desde que Matilla es más que el que más manda en la tauromaquia nunca había dado la cara, ni para presentar las ferias donde es el empresario, y ahora sale para defenderse o atacar (cada uno según lo mire) a un torero que en ningún momento ha dicho esta boca es mía. Talavante lanzó el órdago, pero se escondió a mitad de camino y eso no se olvida. Sobre todo el aficionado, que no olvida como Ivan Fandiño plantó cara al sistema y se encerró en solitario con seis ganaderías de las llamadas duras en Las Ventas. Eso es plantar cara al sistema y no irse ya que nadie me contrata.

 

Foto: Sara De la Fuente

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