Con motivo de la celebración mañana domingo, 10 de septiembre, de la corrida mixta programada a las 18 horas en la plaza de toros de Inca, VaDeBraus entrevista al ganadero mallorquín de El Onsareño, Sergio Galdón, para conocer sus sentimientos e impresiones ante este compromiso en el que será la primera vez que lidie en corrida de toros. Un sueño que verá cumplido junto a su padre, Ángel Galdón, fundador de la ganadería en 1992.
Han sido varios los novillos que en festivales y novilladas han lidiado tanto en Mallorca como en la península, pero en esta ocasión, ¿es la primera vez que El Onsareño lidiará toros?
Sí, además se da la circunstancia que será en Mallorca. Para mí es una satisfacción, pero principalmente es un reconocimiento a mi padre que tanto ha luchado por mantener la ganadería y por ver cumplido su sueño, que a su vez es el mío. Esta corrida de mañana, en Inca, es muy especial para nosotros. El deseo de lidiar en corrida de toros es algo que hemos venido siguiendo y persiguiendo durante todos estos años de lucha y sacrificio. Es una responsabilidad, pero una gran satisfacción para la familia, en general, el dar el salto a lidiar en corrida de toros.
¿Cuáles son las dificultades con las que se enfrenta un ganadero de bravo en la isla?
Principalmente la prohibición de que no se puedan realizar festejos taurinos en pueblos que no cuentan con plaza fija. La ley autonómica balear que prohíbe la celebración en plazas portátiles dificulta que nuestro ganado tenga más salida y lidiemos más. Cuesta mucho económicamente mantener la ganadería puesto que no contamos con ningún tipo de subvención.
Lo que nunca me ha hecho decaer en mi afición ganadera ha sido el apoyo incondicional de mi familia. Mis padres, Ángel y Mamen han sido los pilares importantes de que aún, a día de hoy, sigamos aquí. Sin ellos, nada hubiera sido posible.
¿Cuál es el tipo de toro que se busca en El Onsareño?
Un toro armónico en hechuras y noble en su comportamiento.
Para un ganadero, ¿el toro es el gran protagonista de la fiesta?
Sí, indiscutiblemente. Sin toro no hay fiesta.