Al mismo tiempo que Carles Puigdemont, el nuevo presidente de la Generalitat de Catalunya, gritaba “Visca Catalunya lliure!” tras ser investido, en el otro lado del charco, en Manizales (Colombia), se pedía la libertad para la Catalunya Taurina.
Al romper el paseíllo, el juez de plaza tuvo unas palabras de apoyo a la afición catalana y explicó el significado del capote con el que posteriormente la pintora Maria Franco dio una vuelta al ruedo. Paseó el capote de la libertad, aquel que diseñó para Serafín Marín para que torease en la última tarde, hasta ahora, en la Monumental de Barcelona.
Cuatro años y medio han pasado de esta foto. Cuatro años y medio de vergüenza, soledad e impotencia. Cuatro años y medio esperando a que el Tribunal Constitucional dicte sentencia de una vez. Cuatro años y medio luchando por un único motivo: la libertad de la Catalunya Taurina.
Foto: loardance