Las particularidades del correbou de Cardona

El correbou de Cardona no es solo uno de los que cuenta con una tradición más amplia en Catalunya, es también uno de los más curiosos e interesantes de presenciar. Durante una semana el pueblo se vuelca en sus fiestas, que tienen el toro como protagonista principal.

Para hablar del correbou primero hay que explicar brevemente su tradición. Sus orígenes, aunque no son del todo claros, los sitúan en 1409. En 1959 se menciona un documento en el archivo municipal que hace referencia a un espectáculo con toros en aquel año. Esta es la referencia más antigua, pero es imposible verificarla debido a que no aparece el documento que lo acredite. Nadie lo ha visto ni lo ha leído, tan solo hay notas donde se le cita, pero no existe ninguna copia ni transcripción. A pesar de esto, se acepta ese año de 1409 como inicio de la tradición.

Son varios los elementos que convierten a este correbou en único. Los más característicos son la cargolera, las cuerdas y la plaza cuadrada desmontable. Pero todavía hay más, Cardona es el único pueblo de Catalunya donde se sigue toreando, aunque sea solo una exhibición de toreo.

La cargolera

El primero de ellos, la cargolera, es posiblemente el elemento más particular del correbou. Se trata de un cesto de mimbre de un metro y medio de alto aproximadamente en el cual se introduce una persona para aguantar las embestidas y revolcones del toro. Según la tradición oral, su aparición se produjo a principios del siglo pasado cuando el cestero del pueblo intentó burlar el toro dentro de uno de sus cestos. Este hecho causó tal efecto que pasó a formar parte indispensable del espectáculo hasta nuestros tiempos. La duración de la cargolera, que solo se utiliza en un toro y normalmente por una única persona, es relativamente corta debido a la alta dificultad que supone aguantar las tarascadas de los animales durante mucho tiempo.

La cargolera de Cardona
La cargolera de Cardona

Las cuerdas

Otro elemento son las cuerdas. Suponen un símbolo para los cardonins, que las guardan durante años y hasta pasan de padres a hijos. Debido a la construcción de la nueva plaza en 1939 surgió la idea de atar una cuerda al listón superior de las barreras que delimitan el ruedo con la función de evitar el toro. De este modo, cuando la res se acerca a las tablas los mozos se agarran de la cuerda y tiran de ella para subir por la barrera. La introducción de las cuerdas condujo a la aparición de las “colles”, distintos grupos de amigos que ocupaban determinadas partes de las barreras.

Mozos agarrados a las cuerdas en Cardona.
Mozos agarrados a las cuerdas en Cardona.

La plaza desmontable

La plaza desmontable cuadrada se sitúa en la Plaza de la Fira, delante del ayuntamiento que actúa como la presidencia de las plazas de toros convencionales. Las barreras que delimitan el ruedo están formadas por listones horizontales de madera. A lo largo de la historia, estos listones han ido modificándose para dotar de mayor seguridad a los espectadores y para poder albergar un mayor número de público. En 1939 se tuvo que construir una nueva debido a la desaparición de la madera de la plaza, seguramente usada durante la Guerra Civil. El día 11 de septiembre de 1939 se inauguró la “Monumental Plaza de Toros”, que constaba de barrera y tendidos en los laterales y fachada del ayuntamiento y solo barrera delante de los almacenes de Ayminas, la fachada norte. En la última ampliación que se realizó en 1965 se aumentó en 604 personas el aforo. A partir de ese año son mínimos los cambios realizados en la plaza.

Exhibición de toreo

Tampoco hay que olvidarse de las cuatro exhibiciones de toreo que se realizan entre el sábado y domingo de Festa Major. En la actualidad éstas son efectuadas, en la mayoría de los casos, por alumnos de distintas escuelas taurinas, que realizarán una lidia sin banderillear ni estoquear al animal. Por desgracia, estas demostraciones de toreo, de tauromaquia mutilada, son las únicas que se permiten en todo el territorio catalán.

Momento de una de las exhibiciones de toreo.
Momento de una de las exhibiciones de toreo.

Para encontrar la primera aparición de una cuadrilla de toreros en Cardona hay que remontarse al 1886 cuando el consistorio votó a favor de una iniciativa popular que solicitaba la presencia de una “cuadrilla de diestros en el arte de lidiar para tomar parte en las corridas de la Fiesta Mayor”. Esta inclusión suponía un cambio drástico en el espectáculo, que vio como cuatro años más tarde, en 1890, se daba muerte al primer toro en público (hasta esa fecha se mataban al finalizar la fiesta). Otra vez, atendiendo a la voluntad popular, el alcalde aceptó comprar un novillo de Jaime Boixadera por 250 pesetas para ser lidiado, banderilleado y muerto por la cuadrilla del torero catalán Joan Borrell “Muralla”. En 1910 se legaliza el espectáculo y a partir de ese año solo podrán participar en la lidia matadores contratados.

Con los “toros de muerte” para los toreros ya asentados en el correbou conviviendo con los toros “no de muerte” para la gente del pueblo surgen dos cánticos que pregonan los mozos para distinguir el final de cada animal que saltará a la arena. En la actualidad solo se recita uno de ellos, paradójicamente el que anuncia la muerte del toro. El cántico actual reza así:

¡Por orden del señor alcalde

Que se retire el público de la plaza

Que el toro que saldrá

Será de muerte!

La muerte del toro se mantuvo hasta la última década del siglo XX, hasta que en 1988 Jordi Pujol prohibió estoquear a los animales en plazas portátiles. Hubo algunos años de gran polémica y rebelión que acabaron con la muerte de algún toro y las posteriores multas.

 

A pesar de la multitud de cambios políticos, guerras y dictaduras, el correbou de Cardona ha sabido mantenerse y llegar hasta nuestros días. Ahora solo cabe esperar que la clase política prohibicionista e intolerante no arrebate la libertad de un pueblo para seguir disfrutando y, por lo tanto, viviendo a su manera.

Sigueme en Twitter Twitter: @Gerard_Mas14

3 comentarios en “Las particularidades del correbou de Cardona

  1. Aquesta festa, aquesta plaça de fusta quadrada desmuntable, aquest ambient taurí és únic. En els meus temps d’anar a les cordes, els toreros que venien eren de la última fila, i recordo que a l`hora de matar feien pena. Prefereixo o m’agradaria que els futurs toreros que vinguin a Cardona, no fossin fossils, sinó estudiants o aprenents avançats de la tauromaquia. Aquesta plaça de toros, crec que és del 1939 i la fusta la va donar un propietari cardoní del barri de Coma.
    Voldria demanar si en l’arxiu de Cardona, o bé en algun altre indret, és podrien comtemplar fotografies d’altres anys. Fé una exposició fotogràfica de la tauromàquia de Cardona i tots el que comporta al seu alrededor, ganaderias, transport del toros, corrals, corridas, venta de la carn del toro, toreros, encierros, etc i tot l’ambient que comporta, sería un gran encert. És una suggerencia que queda en l’aire.

      1. No se si usted es torero o no. De modo alguno quería molestar a nadie. Mi recuerdo, que al toro se le hacía padecer mucho, supongo por la falta de técnica.

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