¿Cómo explico que Balañá ha prohibido los toros en Barcelona?

Es difícil escribir este artículo cuando aún no está certificada la defunción. Piensa uno, ya ves tú, que no puede ser que se nos muera. Que vendrá el mejor médico del mundo, te llamará y te dirá que de muerte ni hablar. Porque, ¿como explico yo que Balañá ha prohibido los toros? A ver, ¿cómo?

Van saliendo las letras y pienso en el milagro de que este artículo no se tenga que publicar. Que no tenga que decir que Balañá ha confirmado el enésimo servicio al poder. O que anden intranquilos por la Generalitat porque ese tío siente una llamada de la sangre y no se avergüenza de ser un empresario que está rico gracias al toro, al torero y a su Monumental llena de aficionados. La cabeza, ahora, aún cree que los matillazos eran verdad. Que es otro tío cabal y que no juega con la ilusión de la gente. Que tiene decencia. Que llamaba por teléfono porque quería correr la voz de la verdad. No quiero explicar que la Monumental, legalizada para dar corridas de toros, no colgará carteles en sus puertas.

¿Las llamadas? Sí, hombre, esas que aseguraban que iban a haber unas 14 corridas de toros en Barcelona hasta hace apenas dos semanas. Esas que daban nombres y apellidos de carteles, de reapertura.

Y ahora, porque esto ya estaba escrito, no queda más remedio que hacer click y publicar. Ahora, no hay vuelta atrás en las palabras de Balañá Mombrú, que cogió la semana pasada a la Federación y les dijo que no, que la plaza no va a dar corridas de toros. Pretenderá, además, que me crea su buen talante y esa promesa de que ahí está para lo que necesitemos, cuando nunca, jamás, ni se acercó a nosotros, sino que aplicó su lejanía, su desprecio y su abandono. Ahora, también pretenderá Matilla que me crea que las tornas cambiaron en quince días. Volverá a pretender que crea que jugó con la ilusión con buena fe, que lo hizo por mi bien. Por el tuyo también. Pero ya no. Cartas boca arriba. Fin de la partida.

Así, el tándem Balañá y Matilla (B&M) se encargó, por si acaso y llamada a llamada, de que aquí nadie dijera nada, que nadie se moviera, que nadie ni siquiera escribiera. Cuando digo aquí, digo en cualquier sitio, porque pocos han sido los que han alzado la voz por Barcelona, por su afición, por el mismo Gibert que dejó blindada la tauromaquia. Toreros, ganaderos, periodistas, empresarios… plegados a la ley del silencio que apenas si tendrán el valor de romper ahora.

¿Cómo es posible que hayamos sido tan serviciales, tan creyentes, tan obedientes? ¿Acaso vamos a seguir callados sin desvelar las mentiras de Matilla? Ahora no vale que diga que nunca las creí, aunque sea verdad, porque también me plegué, porque me tragué incluso desaires tan solo por querer pedir explicaciones a los traidores de Balañá. Pero ahora digo, también, que Matilla hace apenas quince días, aún vendía esa temporada de más de una docena de festejos. Pedía silencio en la enésima muestra de soberbia y desconsideración sabiendo que mentía. Y le sudaba de arriba a abajo, de norte a sur, que la ilusión y la esperanza pudiera crecer en los aficionados. Le sudaba porque demuestra que es un ser con el escrúpulo justo y que no andan tan equivocados los que hablan de su estilo. Y añado, porque ya también a mí me suda, que jugar con la ilusión de la gente es mezquino.

B&M se han encargado de que ni siquiera mis peores presagios se hayan cumplido. Creí que sí, que al menos una, por pacto con sus ya viejos amigos del poder catalán, por resquicio de una ley y una sentencia del TC. O por el simple hecho de pedir una indemnización porque les han impedido un espectáculo legal. Ni eso. Si será grande esa vieja amistad que ni en el compromiso les van a poner. A ellos, la vela. A nosotros, la traición.

Cinco años de permanencia, de lucha, de creer, de resistir para esto. Convéncete tú si puedes. Dile al corazón que no lata más pensando en volver. Díselo, a ver que te dice, que el reloj no va a andar más. Dile, también, que se acabó la esperanza de sentarte en un tendido de la Monumental porque Balañá lo ha prohibido. Y dile, de paso, que tenía razón cuando pensaba que Matilla, con sus llamadas, estaba rompiéndote la femoral con un tabacazo que, sin sangrar, sabías que lo llevabas. Hasta la cepa. Díselo, a ver que te dice.

Hazle caso a lo que te diga, que nunca te engaña. Y grita. Calla. Saca la rabia. Sigue como si nada. Todo estará bien. Pero tenlo claro, no te equivoques con el final. La Tauromaquia la han prohibido en Catalunya. Y ponle nombre. Porque los toros los ha prohibido Balañá.

9 comentarios en “¿Cómo explico que Balañá ha prohibido los toros en Barcelona?

  1. A José Gutiérrez le veo muy convencido, y eso es bueno y lógico, cuando uno dice una cosa es que está convencido de ello. Otra cosa es que tu razón sea “la razón” y mi razón también lo sea.
    Sigo convencido que mientras la política en Cataluña no de un giro de 90 grados no se celebrarán corridas de toros. También estoy convencido de que para que esto suceda (y ojalá suceda) tiene que pasar mucho tiempo, mucho, tanto, que es posible, por no decir seguro, que faltaremos ya muchos.
    No queda afición y la juventud no ha tenido ocasión de serlo. Empezó la Generalitat (sibelinamente) a prohibir la entrada a los toros a los menores, y eso ha sido fundamental. Ellos lo sabían. Todos sabemos quien era entonces “el mandamás”, intocable incluso ahora que se le podría “tocar”.
    En fin, opiniones hay y abrá para todos los gustos, la mía es que, desgraciadamente, “me marcharé” sin ver nuevamente toros en Cataluña.
    Si por el nombre, sólo por el nombre, no sabes quién soy, es que no eres quien yo creía. Por tu nombre y apellido creía que eres un amigo, no obstante, siendo taurino y español ya lo eres.

  2. José Gutiérrez tiene razón, pero según mi criterio, sólo en parte. Cuando se empezó a prohibir la entrada de los menores de 18 años (luego de 16) y se empezaron a prohibir las plazas de toros portátiles es cuando la afición tenía que haber empezado a reaccionar, pero….. ¿hubiera servido de algo? eso no se puede saber. Ahora son otros tiempos.Todo es diferente, la sociedad y los gustos han cambiado mucho. ¿Qué afición queda en Cataluña?, poca, muy poca….. y cada vez menos.
    El espectáculo de los toros es muy caro y la juventud no se lo puede permitir (hablo en general), y sin juventud no hay futuro. Además, la juventud hoy día se lo puede pasar muy bien sin ir a los toros, sobre todo en los lugares con costa y playa.
    Conozco perfectamente el por qué “los toros” es un espectáculo muy caro, llevo muchos años conociéndolo interiormente y veo muy difícil abaratarlo, no imposible, pero dificilísimo. Empezando por los pliegos de condiciones, etc., etc.Tener en cuenta todo cambia, no se puede comparar esta época con la de mediados del siglo pasado.
    Para que puedan celebrarse corridas de toros en Barcelona tienen que coincidir muchas circunstancias, no sólo movilizándose se puede arreglar, ya es muy tarde. Esa es mi opinión. Políticamente en Barcelona como en toda Cataluña lo primero que tendría que cambiar es “la política” y lo veo muy difícil (más bien parece que va en sentido contrario).
    Y…. lo peor de todo es que si alguna vez cambia, ¿cuánta afición quedará entonces en Cataluña? Desgraciadamente creo que nadie. Ahora quedamos cuatro “viejetes” y poco a poco quedamos menos.
    ¡¡Ojalá José Gutiérrez tenga razón!! y…. creo que este José Gutiérrez es amigo mío ¿no?

    1. Hola Julio, perdona pero solo por el nombre no estoy seguro de conocerte, en el mundillo taurino tengo muchos amigos y espero que tú seas uno de ellos.
      Delo que, si estoy seguro, es que si nos unimos todos los “Españoles” que estamos en contra de los prohibicionistas y a favor de los toros y del derecho a elegir libremente lo que aunó le gusta, otro gallo nos cantara?
      Querer es poder y la unión hace la fuerza.
      José

  3. Es lamentable decir que los responsables de prohibir los toros en Catalunya, no solo son las intolerantes ideas de algunos políticos, tampoco la culpa es solo de los anti taurinos, ni de Balaña que con su postura mezquina y usurera ha contribuido al cierre de la Monumental de Barcelona.
    También somos responsables todos los que componemos la familia taurina de Catalunya, por NO habernos movilizado y actuado en su momento, cuando empezaron prohibiendo las plazas portátiles y la entrada de menores a las plazas de toros.
    Aún estamos a tiempo de recuperar nuestros derechos, aprendamos de los errores cometidos en el pasado por decidía, movilicémonos de forma masiva y efectiva para poder ver y disfrutar de los festejos taurinos en su plenitud.
    Hemos de actuar ya, si no queremos tener que lamentarnos de la pérdida de nuestros derechos por no haber sabido defenderlos.

    José Gutiérrez

  4. Hasta cierto punto entiendo y comprendo el desencanto que todos tenemos, porque yo también lo tendo, ahora bien, sé que se ha intentado y no sólo una vez, pero la respuesta de los políticos ha sido nefasta. No nos confundamos, los políticos que mandan en Cataluña no dejan ni dejarán celebrar espectáculos taurinos en Barcelona ni creo que en Olot, etc., etc.. No creáis que porque en el Parlamento dijeron que no se pueden prohibir ya se pueden dar corridas, es mucho más difícil de lo que parece, aquí la Generalitad tiene la sartén cogida por el mango.

  5. ¿Y el resto de empresarios españoles? ¿No son capaces de afear publicamente a su ex-colega? ¿Ni al traidor de Matilla?

  6. Si alguien creía que podían regresar los toros a Barcelona, era un iluso, ( yo también lo fui).Los intereses del Grupo Balaña, son muy importantes, y los toros estaban a mi enteder en un segundo o tercer plano en lo que respecta al Grupo. Luchar contra el poder político y las presiones del nacionalismo rancio, es entendible. Los Balaña, no son tontos ni ineptos, son esa clase burguesa catalana del negocio y eso es lo que les mueve y no el sentimentalismo y la heroicidad de enfrentarse a los elementos, por todo ello, aquí se acaba todo. Viajemos fuera de Cataluña,pasemos unos días de vacaciones y disfrutemos de otros territorios donde podamos ser libres, que el viajar ilustra.
    Pero siempre nos quedara el pataleo de no asistir a los cines ni teatros del Grupo Balaña.

  7. No dar toros este año es incluso malo para la estrategia de los Balañá. Siendo timoratos con los políticos, me temo que no obtendrán la indemnización o el nuevo plan de usos para la Monumental que busca. Señores Balañá, no se dejen comprar tan barato.

  8. Això es la veritat i només que la veritat. Mai he tingut esperança en que tornessin. Es l’hora de dir tot el que han fet aquests balañás i matillas, que al final son el mateix des de fa molt d’anys. Molt agraït de llegir aquest article, no és gens fàcil trobar coses com aquesta.

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