No habrá toros en Barcelona

El desenlace de esta etapa de incertidumbre respecto al futuro de la tauromaquia en Catalunya ha llegado a su fin. El resultado del mismo, conocido por todos aunque nos autoconvencíamos de lo contrario, es que no habrá más toros en Barcelona.

Los propietarios de la Monumental no cederán la plaza a ningún empresario para organizar espectáculos taurinos. Así se lo han hecho saber, vía correo electrónico, al partido político Anatur, que hace unos meses solicitó la plaza a Balañá para organizar una corrida de toros, y a la Federación de Entidades Taurinas de Catalunya en una reunión. De ingenuos sería pensar que serán ellos mismos quienes programen una feria o una corrida de toros en Barcelona. Ni tan siquiera para pedir una indemnización a la Generalitat.

Roto el silencio, rota la esperanza. Una esperanza que ya se debilitó el pasado miércoles 1 de febrero en una reunión entre la Federación de Entidades Taurinas de Catalunya (FETC) y la Casa Balañá. Paco March y Jano Gasch, presidente y abogado de la FETC respectivamente, se reunieron con Pedro Balañá Mombrú, nieto de Don Pedro Balañá Espinós. El empresario catalán, fiel a su estilo, volvió a expresar un discurso turbio y ambiguo. Sin embargo, el tono de sus palabras hacían presagiar el peor final posible para los intereses de los aficionados catalanes. Por surrealista que parezca, Balañá Mombrú comentó en la reunión que su gabinete de abogados había estudiado la sentencia del Tribunal Constitucional (que autoriza la vuelta de los toros a Catalunya) y que ésta no dejaba claro si se podía reabrir la Monumental al toreo.

Tras las declaraciones del Grupo Balañá, que trastocan por completo la situación taurina en Catalunya, se abre una etapa en la que por lo menos los aficionados tendríamos que obtener respuestas a muchas preguntas. ¿Balañá nos explicará el por qué de su silencio durante todo este tiempo? ¿Y el por qué de este constante menosprecio a la afición? ¿Por qué no quiere dar un espectáculo legal? ¿Qué intereses (económicos) hay detrás de todo esto? Y Matilla… ¿nos contará por qué durante un lustro ha estado lanzando información sobre cuándo volverían los toros en Barcelona hasta con la fecha concreta? ¿Por qué decía Matilla que la temporada 2017 tendría 15 festejos y que toreros como Finito, Cayetano y Serafín Marín (este último en una corrida en solitario) ya estaban contratados? ¿Cuáles eran los toros que tenían reseñados? ¿Por qué tantas llamadas telefónicas sin media palabra de verdad en ellas? ¿Por qué tanta mentira? ¿Qué ganaba con todo esto cuando sabía perfectamente que los toros no volverían a Barcelona?

Seguramente no obtendremos respuesta alguna de estos personajes que han estado jugando con nosotros durante todo este tiempo. Seguramente no volveremos a ver toros en Barcelona por la cobardía de los Balañá. Seguramente no tenga sentido seguir con el asociacionismo y la militancia taurina en Catalunya. Pero mientras las fuerzas acompañen aquí seguiremos, porque aunque no vuelvan los toros, la tauromaquia en Catalunya no pude morir.

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