Disfunciones Taurinas

Uno de los problemas principales de la Fiesta de nuestro tiempo es la falta de casta galopante de las reses de lidia. No se puede permitir que año tras año la gente salga descontenta y sin ganas de volver a pisar una plaza de toros. Todo ello debido a un espectáculo monótono, largo y sin sentido, carente de emoción y gallardía.

La empresa Funciones Taurinas nos sigue ofreciendo en Palma el único toro que para ellos existe. Ese animal descastado, fofo y blandengue, al que se ha llegado como consecuencia de las mil y una selecciones realizadas por los ganaderos para complacer a los toreros. Los toros salen al ruedo como si llevasen encima tres puyazos. Pena de ver una plaza con la identidad perdida. Una afición, condenada a tragarse todo y más, que ovaciona a picadores por no picar.

Con el toro actual la suerte de varas es una pura parodia. Todo es puro simulacro y trámite. Además se realiza tremendamente mal. Tapando siempre la salida. Ya no es una suerte hermosa, sino una desgracia que soporta el aficionado. El arte de picar ya no parece tal arte. El espectáculo del primer tercio resulta feo, triste, repugnante y demoledor. Apenas nada queda de su belleza para el espectador. El animal llega parado a la muleta provocando el bostezo y el toro parado en el último tercio aumenta el tedio.

El Coliseo Balear se cubrió en tres cuartas partes a pesar de la inexistente gestión empresarial y una desidia insuperable. Una entrada que para sí quisieran muchas ferias de reconocido prestigio y relevancia a pesar de la escasa promoción y una política de precios y ajustes en calendario y hora más que desacertada.

La cara de vergüenza se les tendría que caer a los empresarios tras lo de ayer. Eso, en caso de que se lo hayan contado tal y como aconteció. La misma desvergüenza que tuvieron en no asomar ni el hocico por una plaza a la que se están encargando de darle el más que deshonroso puntillazo consecuencia del más absoluto de los desprecios. No vinieron, pero, por favor, que no vuelvan. Al menos de estas maneras tan grotescas con toros y toreros low cost. La nefasta corrida de ayer echó por tierra todas las esperanzas.

Salió por chiqueros una auténtica pasarela de inválidos. Una bochornosa cuvillada manipulada, anovillada y lisiada. Una sardina enlatada fue el segundo. Una bazofia que se echó muerto en vida hasta en tres ocasiones antes de ser apuntillado sin opción a que Talavante ejecutase la suerte suprema. Un espectáculo dantesco. Una tomadura de pelo. Qué sopor. Sólo se movió algo el quinto.

Paquirri dice que se marcha. Que se va de esto… dice. Parece ser que es el único que no se ha dado cuenta aún de que está, hace ya tiempo, realmente ido. No se conoce ninguna afición que lo haya sacado a saludar tras el paseíllo en su temporada de despedida. Irse de algo sin que nadie sepa si está debe ser, cuanto menos, entristecedor. Anduvo hortera y desleal tanto con capote y muleta como en banderillas y para más inri pinchó hasta en tres ocasiones a cada uno de su lote antes de cobrar dos estocadas en los sótanos. Adiós… y gracias.

Cayetano, sin opción. Cuatro verónicas, una larga a una mano y el mal manejo de la tizona es lo que se puede destacar en su primero que brindó a la infanta Elena y sus vástagos que presenciaban la corrida desde una barrera del tendido 7. Paseó una cariñosa oreja del que cerraba plaza.

Talavante hizo lo mejor ante lo poquito que quedó del quinto acariciando su renqueante embestida. Faena corta -pues no había para más- variada y con gusto rematada con un ligero bajonazo. El Presidente Fernando Corchero, inteligentemente, atendió la petición del respetable y, consecuente con el atraco a mano armada sufrido, salió al rescate de la afición y otorgó las dos orejas ante el beneplácito de los asistentes y la desesperación de una noche para el olvido. No procedía añadir más leña al fuego e incrementar el cabreo al sumiso pagano.

Y ahora sí, que vengan. Que vengan los que desfilan cada función por el despacho empresarial arrastrados en la mendicidad. Que vengan esos aleccionadores de prensa, de palcos presidenciales,… que vengan. Que vengan los listos y enteradillos de turno a dar clases de magisterio y profesionalidad, de sabiduría y saber estar. Que vengan. Que vengan, pero antes, que pasen por taquilla. Y después… que vengan a cantar las cuarenta.

Plaza de toros de Palma. Coliseo Balear. Jueves 03 de agosto 2017. Corrida de toros nocturna. Tres cuartos del aforo cubierto. Toros de Núñez de Tarifa. Dispares de presentación y muy flojos. Inválidos. Paquirri, rosa y oro. Saludos en ambos. Alejandro Talavante, fucsia y oro, silencio y dos orejas. Cayetano, azul y azabache, silencio y oreja. Asistió al festejo la infanta Elena junto a sus hijos Victoria Federica y Felipe Juan Froilán.

Francisco Rivera
Alejandro Talavante
Cayetano Rivera
Aspecto general de los tendidos

4 comentarios en “Disfunciones Taurinas

  1. Por lo que e leído una autentica charlotada ,me sale mal por que fue una gran plaza y se la cargan los de dentro no ace falta anima listas ni antis, de esa manera si puede ser la ultima .

  2. Está claro que el futuro de la Fiesta en Mallorca les importa… NADA. Esta temporada ha sido nefasta. Sin paliativos. Y que no maten al mensajero, es decir, al crítico que honestamente expone las verdades.

  3. Yo lo tengo claro….por respeto a la afición, más vale suspender la corrida por devolución de las reses que semejante espectáculo.

  4. No puedo estar más de acuerdo con lo que has escrito, se ríen de la afición balear, corridas sin toros pero si borregos, que no embisten si no que siguen el trapo , en Mallorca queremos toro

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