Pocas alternativas despertaron tanta expectación en Barcelona como la del diestroDomingo Ortega acaecida el 8 de marzo de 1931 en la “Monumental”, hace ochenta ycinco años.
El famoso diestro de Borox se reveló como novillero en la ciudad condaldurante el curso taurino de 1930 y por su capacidad y arte despertó la atención de laentendida y exigente afición barcelonesa. El cartel de su doctorado lo conformaron losdiestros “Gitanillo de Triana”, que actuó de padrino de la ceremonia, y Vicente Barrera.Los toros escogidos para el acontecimiento lucieron el hierro y cintas distintivas de laganadería de Juliana Calvo ( antes Albaserrada ).
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Con una plaza rozando al lleno, Gitanillo de Triana le cedió los trastos de matador y la muerte del toro “Valenciano”.
“Valenciano”, una res de acardenado pelaje, con romana y ligeramente bizco del pitón izquierdo. El toro no ofreció facilidades al flamante matador por su embestida incierta y sus peligrosas tarascadas.
Domingo Ortega, que vestía un bonito terno blanco y oro, lo toreó inteligentemente con la percalina.
Con la muleta lo fijó con soberbios ayudados por bajo, moviendo la flámula pausadamente, dominando, haciendo doblar al toro sujeto en los vuelos del engaño.
De su faena muleteril, sobresalieron un torerísimo pase por alto y unos molinetes de prodigiosa ejecución. En general, todo su muleteo fue valentísimo, metido en el toro, pisando su terreno en cada pase y dominando su peligrosa acometida.
Atronó al peligroso morlaco de un enorme estoconazo hasta los gavilanes y cortó un meritorio trofeo.
Genio de la Capacidad de crear arte en lidiando toros bravos encastados y muy chungos.